domingo, 8 de febrero de 2015

HAMER INCLUENCIA DE LAS HORMONAS EN UN EVENTO PATOLOGICO

HAMMER La influencia de las hormonas en el evento patológico. Para comprender las psicosis que serán tratadas en el capítulo siguiente, debemos tener continuamente combinaciones de constelaciones esquizofrénicas: se trata de la influencia de las hormonas. Dado que se presente una influencia que es muy decisiva como causa de muchas posibles hablará a menudo, como en el caso de la constelaci n depresiva, de “empate hormonal” o de transposici n de conflictos, de Focos de Hamer o de cáncer de los órganos en la castración o en la terapia con bloqueadores hormonales, muchos de vosotros querrá, seguramente, saber ahora cual es la relación de las hormonas sexuales con eso denominado como “masculino” y “femenino” así como el significado de las muchas posibilidades de combinación existentes. Aquí se intentará dar una explicación a grandes rasgos poniendo siempre en primer plano la relación con los conflictos, los Focos de Hamer, Prescindiendo de las formas secundarias y de los diversos derivados metabólicos, distinguimos sustancialmente tres tipos diferentes de hormonas sexuales. Las hormonas masculinas o testosterona. Las hormonas femeninas o estrógenos, que estimulan la producción de la glándula mamaria (hormonas foliculares). Las hormonas del embarazo o progestágenos (hormona del cuerpo lute 3. o). Si en este contexto observamos a los seres biológicamente más cercanos a nosotros (los mamíferos), podremos reconocer fácilmente la función o finalidad de las diferentes hormonas: Las hormonas masculinas o testosterona posibilitan la capacidad reproductiva y el estímulo sexual del macho. Las de que los animales se pongan en celo y, en los humanos de la disponibilidad de amar y la ovulación de la mujer. Las hormonas del embarazo permiten conservar y controlar el embarazo. hormonas femeninas o estrógenos hacen crecer las glándulas mamarias, son las responsables Hasta aquí está seguramente claro para todos. Pero si nos metemos en detalles la cosa se complica, ya que dado que todos los individuos tienen hormonas, lo decisivo es la combinación de estas. Y justo eso será el objeto de nuestras observaciones. Evitaremos aquí hablar de los pasos intermedios altamente complicados entre el cerebro y las glándulas geminales, es decir, el hipotálamo y la hipófisis y sus activaciones y desactivaciones alternas, para limitarnos únicamente a los “efectos finales” en la relaci n entre psique, cerebro y hormonas. Con los esquemas de las fórmulas precedentes se ofrece una visión general sobre las relaciones de las hormonas sexuales y su fórmula base, el colesterol, que a su vez tiene como elemento fundamental el lípido esterano, un elemento constituido por cuatro anillos de carbono. Los progestágenos, los andrógenos, los estrógenos y los corticoides derivan todos del colesterol, absorbido en gran parte con el alimento, si bien puede ser sintetizado también por el mismo cuerpo. Es muy interesante el hecho de que la testosterona masculina se produzca tanto en los testículos y la corteza suprarrenal como en los ovarios. Análogamente el estrógeno femenino se produce no sólo en los ovarios y la corteza suprarrenal, sino también en los testículos. En general la mujer produce solo un sexto de la cantidad de testosterona que produce el hombre. Al contrario no se puede establecer este tipo de relación con los estrógenos, ya que se modifican continuamente (ovulación, embarazo, menopausia). Pero evidentemente también el cuerpo masculino produce estrógenos (hormonas foliculares) en los testículos y en la corteza suprarrenal (zona reticular). Entre la testosterona y el estrógeno, es decir, entre las hormonas propiamente masculinas y femeninas, se encuentra la progesterona u hormona del “cuerpo luteo”, hormona del embarazo que se produce en el cuerpo luteo del ovario y en la placenta y que sirve para mantener y desarrollar el embarazo correctamente. Esta hormona tiene un efecto un poco virilizante, ya que frena la producción de estrógenos. El efecto virilizante de la píldora anticonceptiva se debe a esta misma causa. Por el contrario, si la progesterona se toma de un modo exógeno (por ejemplo ingiriéndola por medio del agua potable), tiene sobre los hombres un efecto desvirilizante, lo que probablemente causa el progresivo aumento de nuestros “hombres femeninos”, es decir, afeminados. Las hormonas sexuales actúan sobre cada célula del cuerpo y la modifican según el sexo, teniendo una influencia especialmente fuerte sobre el cerebro. Precisamente la denominada interacción del órgano al cerebro de la psique al cerebro es en sí misma algo normal, sin embargo respecto a las hormonas sexuales adquiere una dimensión particular. Se puede indicar una serie de fenómenos interesantes. 1.1. Efecto de los andrógenos o estrógenos de origen artificial. Para la mayor parte de vosotros son bien conocidos los experimentos con animales, a los cuales, por ejemplo, de cachorros, se les administran andrógenos o estrógenos que causan una madurez sexual precoz. Traducido a nuestro lenguaje de conflicto biológico eso significaría que el cerebro puede ser “lateralizado”. Esta última expresi n significa que, por ejemplo, si a un gallo joven se le da testosterona en el alimento y empieza de repente a cantar, se ha “activado” la zona del territorio periinsular derecha. Un gallo hecho madurar precozmente con este modo artificial reaccionará en un conflicto de manera totalmente diferente de como lo haría normalmente. Evidente lo mismo se puede aplicar a la maduración femenina forzada. Aunque el cerebro continúe siendo el órgano que dirige todo el organismo, se le puede controlar externamente con las hormonas, un fenómeno enormemente importante como veremos seguidamente de nuevo. 1.2. Modificación de la sexualidad con la castración. La castración es una alteración monstruosa del organismo entero. No se trata solo de la perdida de uno o dos pequeños órganos como los ovarios, sino que en la mayor parte de los casos provoca una inmediata transposición de la lateralización de la parte opuesta del cerebro. El organismo hasta ahora femenino se convierte de improviso, no siempre, pero en la mayor parte de los casos, en un organismo con orientación hormonal masculino, en el que prevalecerán los andrógenos producidos en la corteza suprarrenal. Al mismo tiempo, sin embargo, la paciente que ha sufrido una “ovariectomía” o que ha sido irradiada o “curada” con citostáticos reacciona por el contrario con el área periinsular derecho de territorio masculino en lugar de con el lado femenino izquierdo. Un mismo suceso adquiere ahora bajo el aspecto conflictivo un valor y unas características totalmente diferentes respecto a aquellas que habría tenido antes. La consecuencia, nuevamente, es que surge un cáncer totalmente diferente (por ejemplo un cáncer intrabronquial) del que se podría haber formado normalmente en una mujer antes de ser castrada, es decir, un cáncer de la laringe. Conflictivamente antes de la castración habría reaccionado a un suceso dramático, por seguir con el mismo ejemplo, con un DHS femenino de miedo, mientras que tras la castración reacciona con un DHS de conflicto de amenaza del territorio. Sin embargo no solamente existe la castración definitiva, sino que también se puede dar una castración temporánea y una lateralizaci n transferida a nivel cerebral a causa de una “terapia” con quimio- citostáticos o radiaciones. La situación desde el punto de vista psíquico y cerebral es tan peligrosa que solo puede ser obviada desde la ignorancia y despreocupación de los aprendices de brujo de la medicina. 1.3. Influencia de las hormonas en el llamado “empate hormonal” en el conflicto de territorio con depresión. Como es sabido con la expresi n “empate hormonal” se entiende en la Nueva Medicina que en un paciente las hormonas femeninas y masculinas están equilibradas, aunque se dé una pequeña prevalencia de los componentes femeninos o masculinos. Este asunto se tratará también en las psicosis (depresiones), pero también en este capítulo resulta pertinente. Cada manipulación de la constelación hormonal que afecte al “empate hormonal” puede provocar instantáneamente una depresi n, ya que se experimenta un conflicto de territorio. En este caso prevalecen por muy poco las hormonas masculinas. La solución a este conflicto es en general más difícil que si intentásemos resolver un “simple conflicto de territorio”, ya que en tal fase 7 depresiva el paciente está menos predispuesto a reflexionar racionalmente que uno que “solo” sufre un conflicto activo de territorio. Básicamente es posible provocar el “empate hormonal” en los pacientes de cuatro formas: bloqueando el exceso de cualquiera de los componentes o sustituyendo la falta de otros componentes. Los aprendices de brujo consiguen la reducción de algunos componentes, totalmente sin escrúpulos, gracias a las castraciones quirúrgicas o que utilizan las radiaciones y la citostática, así como con los denominados inhibidores hormonales. Es importante saber que el empate hormonal indica solo una relación, un equilibrio por decirlo así, entre el nivel de hormonas masculinas y femeninas, es decir, entre los andrógenos y los estrógenos. Cuando hayamos examinado el desarrollo de los parámetros hormonales parciales de 100 pacientes con depresión –antes, durante y después de la fase depresiva-, estaremos también en condiciones de afirmar si los progestágenos, quizás incluso los corticoides, juegan a su vez también un papel en esta situación de empate. Aun así, aunque todavía no conozcamos exactamente la constelación hormonal parcial, podemos deducir sustancialmente sin lugar a dudas este empate hormonal a partir de la sintomática clínica. 1.4. Influencia de las hormonas en las denominadas “constelaciones de los hemisferios”. Con la expresi n “constelaciones de los hemisferios” queremos decir no s lo que la constelación hormonal es de tal manera que el individuo tiene entre los dos hemisferios cerebrales un ritmo que a veces se separa del ritmo base, sino también que estos “ritmos discrepantes” son diferentes unos de otros. La constelación de los hemisferios es contemporánea o tiene el mismo significado que la “constelaci n esquizofrénica”. Un paciente puede sufrir esta constelación de los hemisferios con constelación esquizofrénica a causa de conflictos con DHS totalmente diferentes. Bastan dos conflictos de miedo para que se localicen en hemisferios diferentes. Durante la pubertad las mujeres sufren su primer conflicto, si son diestras, en el hemisferio izquierdo, “el hemisferio femenino”; sin embargo las zurdas sufren su primer conflicto en el hemisferio derecho durante la fase de maduración sexual. Este esquema aparece obligatoriamente en todos los conflictos del cerebro. Pero si la situación hormonal se modifica, también los conflictos se experimentan algunas veces de manera diferente. Esto significa que un mismo suceso se desarrolla de manera totalmente diferente y que, por ejemplo, en el caso de la menopausia con la virilizaci n de la mujer el “conflicto de ser abandonada” no se experimenta más como un conflicto sexual femenino de “no ser poseída”, sino como un conflicto de territorio en el sentido masculino. Entre los modos de reaccionar femeninos y masculinizados, o entre los modos de reaccionar masculinos y feminizados los individuos pueden vivir durante a os en un “empate hormonal” en el cual ambos conflictos son posibles dependiendo de la fuerza con que golpee el conflicto y, por ejemplo, de en que fase del ciclo ha sufrido la mujer el conflicto. Por eso con el “empate” hormonal se puede verificar la constelaci n de los hemisferios incluso con mucha más facilidad que en un período con nivel normal de hormonas sexuales. De hecho podemos verificar el mismo suceso bien en modo femenino, bien en modo masculino, y por consiguiente (por ejemplo en los diestros) el DHS del primer conflicto activará el lado izquierdo femenino del cerebro y el siguiente conflicto del mismo tipo activará el lado derecho masculino. Sin embargo en cuanto se forma en cualquiera de los lados al menos un Foco de Hamer activo, aparece la “constelaci n esquizofrénica”. La cosa se vuelve todavía más complicada en el caso en el que, por ejemplo, una mujer que ha sufrido un DHS con conflicto sexual, pierda la ovulación durante la duración de tal conflicto, es decir, que su producci n de estr geno sea “inhibida”. La ovulaci n comienza de nuevo solo cuando se constata la solución del conflicto sexual, lo que en términos biológicos quiere decir que la mujer vuelve a tener nuevamente relaciones sexuales. Sin embargo en esta fase activa del conflicto antes de la CL (¿solución del conflicto?) la mujer puede reaccionar masculinamente, según la situación hormonal de partida y del grado de inhibición de los estrógenos. Por eso los pacientes con, por ejemplo, un conflicto sexual activo, en el hombre un conflicto de territorio, corren continuamente el peligro de reaccionar contralateralmente al sucesivo DHS conflictivo, tanto a nivel psíquico como a nivel cerebral y orgánico, y entrar al instante en una “constelaci n esquizofrénica” en la cual el paciente desde el punto de vista biol gico se encuentra en una “nueva dimensi n” en los tres niveles psique, cerebro y rganos; el ordenador cerebral pasa en el acto a un programa especial específico. La cuestión se complica entretanto por el hecho de que en un caso similar los pacientes, por descontado, sufrirán una constelaci n esquizofrénica “depresivo-maníaca” esquizofrénica “maniaco-depresiva”, componente y otras veces otro. Si no se conoce este sistema, la curación de estos pacientes es tremendamente problemática, ya que, por ejemplo, se encontraban en una situaci n “esquizofrénico- o donde clínicamente parecerá que unas veces una constelaci n prevalece un 8 depresiva” de obstinaci n, irritaci n, melancolía y falta de comunicaci n. A consecuencia de esto no se sacaba nada en claro con estos pacientes y se debía limitar todo a la descripción de la sintomática. No siendo posible entonces aplicar la terapia causal, quedaba la pseudoterapia sintomática con fármacos hasta la “sedaci n” e imponer la “camisa de fuerza” por medio de medicamentos. Se decía: “Si, señor Hamer, qué otra cosa se podría hacer con estos pacientes?”. En el futuro os divertiréis descubriendo, como buenos psico-detectives, que dos experiencias de shock (DHS) han vuelto “loca” a una persona. De hecho ahora os he dado la llave con la que podéis abrir las puertas del alma de estos pobres seres. Sed cautos, no se trata de “alienados”, sino justamente personas como vosotros y como yo. Apenas hayáis pronunciado las palabras mágicas, consiguiendo de este modo abrir la puerta de su alma, desaparecerá el “encantamiento maléfico” y volverá a ser “normal” como era antes. Esto no tiene nada que ver con lo hereditario. Sólo se puede heredar la predisposición a una situación hormonal ambivalente, la tendencia al empate hormonal. Y si el primer DHS hubiese atacado ya, no se debe en absoluto enfermar si se intenta evitar y resolver lo más pronto posible los conflictos con DHS que aparecen a continuación en el otro hemisferio. Nota: Hay dos condiciones para la constelación esquizofrénica: 1. Ninguno de los dos hemisferios oscila en el ritmo de base. 2. Los dos hemisferios oscilan con ritmos diferentes. 1.5. Influencia de las hormonas en el carácter y en el tipo de carácter de la persona. Un escritor describía a una muchacha como dulce, graciosa, afectuosa y tierna; su rostro irradiaba donaire y disponibilidad. Por el contrario otro escritor la describía después como la típica suegra en la menopausia: una suegra malmetedora, prepotente y con un rostro duro y masculino, la típica sargento con barba y voz profunda, metida por completo a dominar su territorio sin limitación alguna. De la misma manera, de un héroe masculino y potente podría derivar una vieja mujerzuela que se deje manipular a placer. ¿Qué es el carácter? Es muy difícil definir el carácter desde el punto de vista biológico, ya que los numerosos grupos de estudiosos y manipuladores del alma, entre los que están psicólogos, psiquiatras, teólogos, filósofos, políticos, gurús de todo tipo y periodistas, creen casi todos tener el monopolio para poder definir el carácter. Ninguno de ellos estaría de acuerdo con mi versión. No obstante no podemos evitar valorar a fondo las correlaciones entre el cerebro y las hormonas y meterlas en relación con lo que habitualmente consideramos que es el carácter. El denominado carácter humano está considerado actualmente desde muchos puntos de vista, en general morales. Pero el carácter puede ser inculcado y también reeducado casi siempre. Si durante una guerra un solo hombre mata toda una tropa de soldados enemigos, se le considera un héroe. Si en tiempo de paz mata intencionadamente a uno, entonces se convierte en asesino. Los pilotos de los bombarderos que durante la última guerra mundial, noche tras noche, mataron con sus grandes escuadras aéreas miles de mujeres y niños indefensos, hoy son héroes (yo mismo de niño he temblado durante años en el refugio antiaéreo de una gran ciudad). Si uno de esos pilotos, más tarde, asesinase a una sola mujer anciana o a un solo niño, como esos a los que en otro tiempo mataba a miles, se le consideraría un asesino despreciable. ¿Qué es entonces el carácter? Una mirada al mundo animal nos puede ser de ayuda. De hecho, si sabemos que los conflictos biológicos y el DHS del hombre y del mamífero se sufren de una manera similar, deberem os también admitir también honestamente que se puedan comparar las causas y las constelaciones de este tipo de conflictos biológicos. Entre estas causas están no solamente el cerebro, sino también las hormonas o las constelaciones hormonales del momento. Es por eso que es totalmente legítimo poner estas hormonas en relación con eso que comúnmente llamamos carácter. Los animales se comportan inocentemente según el código de su cerebro. Ni el león es valiente cuando ataca a un animal porque tiene hambre, ni es un cobarde cuando deja escapar a los ñus que pasan cerca de él porque está saciado. ¿Tiene la gallina un carácter “cobarde” porque escapa revoloteando del hombre o tiene un carácter particularmente “valiente” porque pica a quien se acerca demasiado a su nido cuando está incubando? Más aún: desde que tenemos estudiosos del comportamiento animal, se está difundiendo lentamente la idea de que el hombre y los animales forman el propio carácter, en gran parte, gracias al hecho de que tienen que ejercitar una determinada función. 9 El lobo no tiene así un “carácter” propio, sino que más bien asume su carácter, sobretodo gracias a su posición y función dentro de la manada. Esta posición modifica también su constelación hormonal por medio del código del cerebro, porque por ejemplo, como jefe de la manada, crece con su tarea, al igual que una madre crece con su tarea y también hormonalmente se encuentra en una constelación totalmente diferente de una mujer que no tiene hijos. Si observamos los diferentes tipos humanos y sus caracteres bajo el punto de vista de las constelaciones hormonales, debemos tener en consideración lo siguiente: toda distinción será arbitraria y a grandes rasgos, ya que en la raza del homo sapiens existen de por si infinitos matices dentro de cada una de las razas. Si consideramos los tipos fundamentales descritos por Ernst Kretschmer en su libro “Körperbau und Charakter” (Estructura corporal y carácter), el peque o, gordo y m vil “pícnico” y el más cerrado “leptos mico” alto y delgado, junto con el tipo “atlético”, se puede decir a grandes rasgos que el pícnico tiene más tendencia a la depresión, mientras que el leptosómico y el atlético deberían estar notoriamente más inclinados a la constelación esquizofrénica. En líneas generales Kretschmer ha hecho una observación correcta, sin saber porqué sea así. Los hombres pícnicos son sociables, implicados y afables (“siempre tienen sitio en una fiesta”). Tienen relativamente menos testosterona con respecto a los hombres leptosómicos y atléticos, tienen entonces más estrógenos. Por eso tienen un ánimo muy sensible y tierno, casi femenino. Por eso con un conflicto de territorio llegan fácilmente al empate hormonal y sufren una depresión. La mujer pícnica sufrirá una depresión similar sólo tras la menopausia, ya que para ella la relación andrógeno / estrógeno tras la menopausia aumenta a favor del andrógeno, mientras que en el hombre pícnico aumenta a favor del estrógeno. Los leptosómicos y los atléticos, donde por leptosómico se entiende el tipo delgado, sutil y grácil, sufren también conflictos de territorio, quizás incluso más que el pícnico, que sabe organizarse mejor y es más diplomático. Pero los leptosómicos y los atléticos raramente entrarán en un empate hormonal ya que tienen una alta tasa de andrógenos y pocos estrógenos. Por lo tanto, en general, no tienen una vida interior tan rica como la del pícnico, son cerrados (“ sobre qué tenemos que estar callados la pr xima media hora?”), pero por el contrario son los típicos jefes masculinos de territorio. De hecho ambas tipologías pueden entrar en una constelación esquizofrénica. Pero si durante la depresión se forma otro Foco de Hamer en la corteza del hemisferio opuesto, a menudo no es posible verificar la denominada “esquizofrenia”, sino casi siempre la “depresi n paranoide”. Sin embargo dado que los leptos micos y los atléticos raramente sufren una depresión, ya que no alcanzan el empate hormonal, cada constelación esquizofrénica se verifica siempre en la constelación de los hemisferios como una denominada esquizofrenia. Todo lo dicho hasta aquí sobre los leptosómicos y los atléticos es válido solamente para los hombres. Las mujeres leptosómicas y atléticas tienen en el momento de la pubertad más andrógenos que las mujeres pícnicas. Y dado que a menudo hoy en día las mujeres no tienen hijos y cada vez más toman la píldora anticonceptiva, se observa frecuentemente mujeres de este tipo con conflicto de territorio y depresión. Ya de por sí es difícil, y cada día se vuelve más, hablar de lo que es normal y lo que no lo es. Cuando se define “normal” como aquello que hace la mayor parte de la gente, hay muchas cosas que no cuadran. Aquello que, de hecho, según el código de nuestro cerebro es paranormal, no puede volverse normal sólo porque la mayoría así lo piensa. Justamente la mujer leptosómica y también la atlética se desarrollan más como mujeres verdaderas sólo con el embarazo y el parto, mientras que la mujer pícnica, ya con 12 o 13 a os, es “toda una mujer” y tiene todos los atributos típicamente femeninos. Este breve discurso debería bastar. Creo que pone en bastante en evidencia las dificultades a las que por norma y en particular nos debemos enfrentar hoy. Tan fascinante es la multiplicidad de las diversas tipologías humanas como distintas son también las posibles constelaciones hormonales así como las constelaciones conflictivas que a su vez pueden derivar de las diversas constelaciones hormonales. No quiero intentar mostraros más estas dificultades, que ya de por sí son precisamente las más estudiadas co n relación al tipo, la tasa hormonal parcial de las hormonas individuales, a la fase hormonal (fase de ovulación, embarazo, menopausia, menstruación regular o también hemorragia en un aborto a causa de la píldora anticonceptiva, etc.) como también en relación con la edad y a la función biológica (padre de familia, soltero, etc.). Pero por favor, ¡no con cuestionarios! Evitad hacer mal uso de los datos de vuestro compañero paciente y mirarlo con superioridad. No tenéis que convencerlo para que entre en vuestro tipo, sino ayudarlo a realizar su propio tipo en la medida que sea posible. Yo no puedo responder a vuestra pregunta de que es realmente el carácter, ni mucho menos como obra la influencia de las hormonas, en qué constelación y con que condiciones biológicas, sobre el carácter o los diversos caracteres. Basta con que reflexionéis sobre ello. 10 1.6. Influencia de las hormonas en la homosexualidad, en la relación lésbica. Se nos dice que hagamos muchas cosas, incluso se nos prescribe, a veces por ley, y que no son para nada normales. Por contra, hay otras cosas que hoy son consideradas anormales y que sin embargo son normales desde el punto de vista biológico. También aquí nos es útil echar un vistazo a las especies animales más afines a nosotros (mamíferos). Creo que los antiguos griegos tenían un concepto particularmente equilibrado de la sexualidad. Si dejamos en la estepa a 11 lobos de diferente proveniencia, tras un breve tiempo se habrá formado una manada bien estructurada. Para hacer esto los lobos no necesitan ninguna guía: el código de su cerebro les dice cómo hay que hacerlo, le dice al más débil que debe ofrecer la garganta como símbolo de sumisión, y le dice al más fuerte que debe reprimir el impulso de morder y no hacerlo, porque una manada de 11 lobos es más fuerte que una de 9. El código del cerebro les dice a los lobos de una manera precisa como se divide una presa y como se caza, acorralándola formando un semicírculo; les dice a los lobos cuando se inicia y cuando se termina el momento de aparearse, cómo se debe educar e instruir a la prole. Por el contrario el hombre, denominado civilizado, ya no lo sabe. Para empezar no sabemos qué tenemos que comer, y entonces nos construimos los conceptos personales. Los hombres no saben ya como se construye un territorio, ni siquiera tienen ya el instinto de hacerlo, prefiriendo quedarse “solteros” afeminados. Las mujeres tampoco saben como parir sus hijos. De hecho han elegido la peor posición: sobre la espalda, a ser posible con otras parturientas, y así volverse completamente locas. Respecto a esto, y por suerte, ha habido mejoras durante este tiempo y se ense a el “retorno al parto natural”. En el pasado la mujer “civilizada”, justo después del parto, destetaba al ni o y lo dejaba solo en una camita, lo más lejos posible de todo contacto corporal. Para educar al cachorro y al niño, se ponen en manos de las nodrizas, profesoras de guardería y maestras que lo “han estudiado”, aunque a menudo ellas mismas no hayan educado un hijo. Si en tal situación se considera que, en efecto, en nuestra sociedad denominada civilizada no transcurre ya nada de un modo “normal”, es decir, según el c digo biol gico, entonces no resulta correcto tachar de “anormalidad” a los homosexuales, las lesbianas y los edipos, incluso a los bígamos. De hecho no son más anormales que las mujeres que cada mes se toman una pastilla anticonceptiva y provocan artificialmente un bloqueo ovarial. 1.6.1. Homosexualidad. Entre los mamíferos afines a nosotros la homosexualidad es dentro de ciertos límites una cosa del todo normal. Sólo uno puede ser el guía de la manada, el jefe del territorio. Los animales machos más jóvenes, que no pueden todavía aparearse (¡sólo lo puede hacer el jefe!) y los individuos más viejos, a los que no se les consiente aparearse, constituyen el lujo de la naturaleza en el caso de la catástrofe que el jefe y sus sucesores mueran. Constituyen la “reserva”. (Sin embargo para el puesto de jefe entran en juego solamente los lobos secundarios que están en constelación esquizofrénica). Pero en la naturaleza todo eso tiene un sentido y un objetivo, también la homosexualidad. Distinto que para las personas, para las cuales la homosexualidad se convierte a menudo en un callejón sin salida biológico, en los animales sucede que un “ejemplar de reserva” que está en constelaci n esquizofrénica se convierte en el jefe vacante del territorio, y en un momento se transforma, se convierte en un absoluto heterosexual y un jefe ejemplar del territorio. También para nosotros los hombres el territorio a defender es lo único que puede transformar un débil en un hombre de verdad. Mirando a nuestros hombres de hoy en día, afeminados y ubiquistas, reflexionamos siempre si son así porque no tienen ningún territorio o si no poseen ningún territori o porque son afeminados. También aquí el cerebro, como ordenador de nuestro organismo, constituye la central de comando que establece cual es la función que tiene el individuo. También los hombres y jóvenes, o los adolescentes entre los 10 y los 15 años son completamente homófilos: están siempre juntos, hacen juramentos de sangre, son grandes amigos y completamente inseparables. Esta, sin embargo, es una fase pasajera, un pasaje muy normal y necesario. Esta fase homoerótica protege a los jóvenes otorgándoles un espacio libre hasta los 15 o 16 años y no ser considerados competencia y rivales por parte de los hombres adultos, pues apenas termina esta fase homoerótica y se inicia la fase heterosexual de la pubertad serán rivales de los otros hombres, con todas las desventajas y peligros que a esto le siguen. En la mayor parte de los casos es legítimo entender la homosexualidad de los hombres como un trastorno del desarrollo. Eso no significa que el trastorno aparezca entre los 10 y los 15 años, sino que el individuo masculino no ha superado jamás la fase homoerótica. Este trastorno se puede advertir con mucha anticipación, ya que se puede ver con mucho tiempo la dirección que lleva. Sin lobos secundarios no existe la manada. 11 El hombre masculino sano, jefe y defensor del territorio tiene suficientes estrógenos, pero todavía más andrógenos. Por consiguiente hay dos posibilidades de trastorno del desarrollo: 1º tipo: Andrógenos a granel pero muy pocos estrógenos. El trastorno del desarrollo se produce por la escasez de estrógenos. Estos hombres son ambivalentes u homosexuales de modo facultativo, son rígidos, torpes, insensibles, fríos, el tipo de siervo rudo que como mejor se siente es en compañía de otros hombres. 2º tipo: Estrógenos a granel, pero muy pocos andrógenos. El trastorno del desarrollo deriva de la escasez de andr genos. Estos “hombrecillos” sienten casi como las mujeres, a menudo son muy sensibles y comprensivos, superestetas. Preferentemente son actores, bailarines, músicos, fotógrafos o diseñadores y similares. Son los “homosexuales de tipo femenino”. El primer tipo va siempre en la dirección de la tipología leptosómica o atlética, el segundo va más en la dirección de la tipología pícnica. Ninguno de los dos está en condiciones de convertirse en jef e o señor del territorio ni tampoco quiere hacerlo. El primer tipo se siente a este respecto demasiado torpe y rígido, el segundo se siente demasiado débil. El jefe del territorio recibe simpatía de los dos grupos de los tipos de homosexuales, pero solo la corresponde en la medida en que tolera su “admiraci n”. Esto parecería ser el significado profundo de la cuesti n. El hecho de que los dos tipos entren en contacto formando “parejitas” es en mi opinión un hecho particularmente sensato de la naturaleza. Ninguno de los dos grupos puede tener relaciones con las mujeres: el primer tipo porque no puede implicarse de ningún modo con una mujer ya que le faltan los estrógenos; el segundo grupo podría hacerlo óptimamente, pero a causa de la insuficiencia de andrógenos no tiene ninguna motivación o afinidad; prácticamente son ellos mismos las mujeres. En cualquier caso para las mujeres masculinas tales “hombrecillos” pueden representar una especie de amistad, mientras que el primer tipo (ambivalente) puede comunicarse también con mujeres muy femeninas que están dispuestas a renunciar a la comunicación psíquica. En particular muchos conflictos nacen del hecho de que las mujeres quieren “convertir” a los homosexuales, una empresa sin sentido, “amor inapropiado”. Claro está que el homoerotismo tiene en la naturaleza su significado en los individuos jóvenes, que de este modo son tolerados por el jefe del territorio. Pero nuestros “viejos homosexuales” mal desarrollados pueden constituir un componente importante de la familia, ya que no representan ninguna competencia para el jefe, dado que no quieren tener nada que ver con las mujeres y se someten voluntariamente al jefe. Echemos un vistazo ahora a la denominada relación lésbica entre mujeres: también aquí vemos que antes y durante la pubertad las chicas están muy apegadas unas a otras, la amiga del corazón, la más amiga de todas. Bromean y charlan todo el día y es normal que sea así. Lo que más tarde observamos en las relaciones lésbicas, casi sin excepción (prescindiendo de los trastornos del desarrollo postpubertal), causado de un modo artificial es precisamente el “no tener hijos”. Es totalmente normal que las madres se junten y hablen entre ellas de las preocupaciones grandes o pequeñas que causan los hijos. Solo el alejamiento completo del código biológico lleva a las desbandadas que nunca existieron entre los pueblos primitivos. Pero querer fijar una regla de nuestro modo de vida parabiológico, como por ejemplo en el caso del “ciclo menstrual” de la mujer, es un total absurdo, un jueguecillo académico sin sentido. No es posible sustituir las leyes biológicas que han estado regulando nuestra vida durante millones de años con un no- sistema de vida en común, deseado por algunos reformadores sociales o profetas que los hombres recientemente han puesto de moda. Y todavía menos se puede pretender considerar como factores normales las anomalías que de ello resultan. Nosotros, tontos hombres, tenemos que tomar como ejemplo a los sabios animales, que hacen del modo correcto y por instinto todo aquello que nosotros equivocamos todavía tras mil lecciones y que aparentemente no queremos aprender jamás. Probablemente las hormonas fueron en un tiempo los “correos” más antiguos del organismo en el hombre y en los animales. Las hormonas actúan en cada célula de nuestro cuerpo, están compuestas de elementos bioquímicos polivalentes (las hormonas sexuales de esterano, es decir, colesterol) y es posible enviarlas con el flujo sanguíneo al órgano predispuesto para la función. A continuación la función de las hormonas fue controlada por el gran ordenador del cerebro y posteriormente ampliada, ya que se vio que era buena y eficaz. Aunque sean muchas las cosas que se conozcan ya sobre las diferentes hormonas, cosas que no he podido expresar aquí por razones de espacio, el secreto de su influencia sobre nuestros conflictos y sobre el conjunto de nuestro ordenador cerebro acaba de empezar a desvelarse un poco. 12 2. Las denominadas psicosis. La combinación de los programas especiales, biológicos y con sentido en la constelación esquizofrénica como “suceso biol gico sensato compuesto por varios programas EBS que juntos constituyen un nuevo sentido biol gico”. La definición de las psicosis transversales (constelaciones esquizofrénicas) es: Se deben cumplir dos condiciones: 1. el cerebro no sigue más el rito base 2. los dos lados (tronco cerebral, cerebelo, médula del neoencéfalo y corteza cerebral) siguen ritmos diferentes 2.1. El recorrido realizado hasta el descubrimiento de la etiología (causa del origen) de las denominadas enfermedades mentales y psicopáticas. Después de haber obtenido mi habilitación como médico encontré mi primer puesto de trabajo en la clínica universitaria de psiquiatría de Tubingen. Las denominadas psicosis que allí vi fueron para mí, un joven médico, las más terribles y desesperanzadoras de las cosas que se pueden imaginar. Aquellas personas, entre las que también las había muy jóvenes con esquizofrenia juvenil (la denominada hebefrenia), aquellas personas en nada distintas de ti, lector, o de mi, que tenían sus sueños y sus esperanzas como nosotros, estaban todos metidos en redil como los animales en el “departamento cerrado”. Nadie sabía de hecho cual era la enfermedad que realmente tenían estas personas dignas de lástima. En la melancolía, la denominada “depresi n end gena” la sintomatología es bastante uniforme por lo menos, pero en las denominadas psicosis esquizotímicas, o de forma más breve, esquizofrenias, hasta ahora ningún psiquiatra ha sido capaz todavía de establecer cual debe ser el criterio decisivo de la enfermedad. Era ya demasiado aceptar que todas estas sintomatologías tan diversas fuesen una única enfermedad. De hecho, qué tiene en común una persona afectada de una presunta “manía persecutoria” con una que tenga la manía de lavar o con una que “oye voces” en el entresue o o con la que tiene una denominada catatonia, una “irritaci n rabiosa”? Y también, qué tienen en común estos cuadros sintomáticos con las diferentes formas de psicosis de tipo depresivo, a menudo alternantes con fases maniáticas, depresiones ansiosas o denominadas depresiones regresivas, que son las depresiones durante o tras la menopausia? ¿O qué tienen que ver con las depresiones del embarazo? En realidad nada de nada por cuanto se debería poder ver si se tratase de una enfermedad única. Sin embargo tienen una cosa en común, mediante la cual la jerga popular ha encontrado una definición: están “idos”, queriendo decir con ello que es como si se hubiesen “ido” de su estado psíquico anterior. Desde entonces hasta ahora siempre he tenido el gran deseo de poder ayudar como médico a estos pobrecillos. Espero y creo que ahora haya conseguido hacerlo. Desde hace tiempo en todas las clínicas psiquiátricas del mundo se trata de encontrar inútilmente la causa de la enfermedad psicosis en las vivencias pasadas del paciente. Cierto es que no se ha podido pasar por alto que las experiencias decisivas, en particular las experiencias conflictivas, precedían a la manifestaci n de una “enfermedad psic tica”, Pero toda la buena voluntad no fue bastante para descubrir un sistema. El enigma tan difícil era en realidad fácil, como veremos en el curso de este capítulo. Si alguno de vosotros, queridos lectores, sabe algo de psiquiatría o ha reflexionado alguna vez sobre la “enfermedad más frecuente en el mundo”, entonces al final de este capítulo se le abrirán los ojos y dirá: “Ahora está todo claro, de hecho no podía ser de otra manera”. Como ya algunos suponían, la esquizofrenia, entendida como “pensamiento dividido”, podría derivar del hecho de que los hemisferios cerebrales no “piensan al mismo ritmo”. Pero por el contrario a ninguno se le ha ocurrido pensar, si bien a partir de ahora la cosa será obvia, que eso puede ser debido a dos conflictos biológicos activos diferentes. Casi todas las clínicas psiquiátricas disponen hoy día de tomógrafos computerizados, pero a ninguno se le ha ocurrido utilizarlos, ya que normalmente los psiquiatras no saben nada de TAC y los neurorradiólogos no están interesados en los conflictos (biológicos). Al 99% de los pacientes denominados esquizofrénicos no se les realiza ningún TAC, dado la ausencia de “sintomatología neurol gica”. Podéis estar seguros, queridos lectores, que antes de escribir este capítulo he reflexionado intensamente durante años sobre la posible relación entre los conflictos biológicos y la psicosis. Ya antes de mi estudio sobre el infarto cardiaco en la clínica universitaria de Viena en 1984, descubrí y publiqué que existen relaciones conflictivas respecto a la denominada depresión endógena (que de hecho no tiene un origen endógeno). La esquizofrenia me ha costado mayores fatigas, sobretodo por la falta de colaboración de mis colegas de entonces, que a menudo se negaban a realizar una TAC cerebral a los pacientes esquizofrénicos. Me vino bien conocer con la máxima exactitud, gracias a la actividad que desarrollé en la clínica universitaria de Tubingen, toda la problemática del método de diagnóstico. Lo que 13 uno llama psicosis, para otro es una “crisis nerviosa” o se dice que el paciente ha “enloquecido”, “se le ha ido la cabeza” o “se ha vuelto loco”. Es grave para un paciente si el informe médico de una clínica universitaria habla de psicosis, ya que entonces el pobrecillo será considerado un “monstruo” por el resto de su vida. Aunque se le trate “humanamente” nadie le volverá a tomar en serio. Por todos lados encontrará caras indulgentes que lo compadecen. Y en general será excluido de la sociedad de los hombres a los que se toma en serio. Y es extraño como sucede a menudo. Un joven colega mío del pasado en Tubingen tenía la ambición de ser “especialista de los sue os”, como era y sigue siendo por temporadas la moda en la psiquiatría. Cuando interrogó respecto a sus sueños a un paciente, del que ninguno sabía que podía tener ya que nada cuadraba, este paciente le confesó que había oído hablar a su madre en sueños. El fanático asistente fue un poco más allá y le preguntó si quizás eso no había sucedido en el entresueño. El paciente medio admitió que durante el sue o no se puede saber si se está medio despierto, y entonces el “joven Esculapio” se prepar para el golpe definitivo: “ estaba quizás despierto del todo cuando crey haber oído la voz de su madre? El inocente paciente no lo excluyó por completo, dado que no sabía a donde quería ir a parar el doctor. Apenas hubo escuchado la media “confesi n” de esa posibilidad, interrumpi de repente el interrogatorio y como un gran inquisidor y con cara satisfecha escribió con grandes letras sobre la primera página: “ Vox!”. Con “vox” quería decir que el paciente oía voces y con eso para el pobrecillo ya estaba escrita su condena a muerte moral. Oír voces significa que el paciente es esquizofrénico y, si es así, lo es para siempre. Un pequeño instante a la ligera había arruinado al paciente para el resto de su vida, evidentemente a causa del fanatismo cínico y falto de escrúpulos del joven médico. Desde aquel momento ninguno se interesó más por los sueños del paciente, el diagnóstico estaba listo y decía: esquizofrenia paranoica alucinatoria. Normalmente el paciente no se libera de un diagnóstico semejante hasta el final de su vida: una vez loco, loco para siempre. Si en un tiempo no muy lejano, en el que sólo habrá una medicina, los historiadores se tomaran la molestia de recorrer cada paso del descubrimiento de la Nueva Medicina, entonces admitirán que estos conocimientos adquiridos gradualmente no me han caído del cielo por las buenas, sino que a menudo fue un combate fatigoso y complicado, que ha significado muchas veces repetir los mismos errores. Incluso cuando se ha descubierto cualquier cosa nueva se corre siempre el riesgo de caer en los viejos esquemas mentales. En la ciencia, mientras que lo que se descubran sean solo “peque os pasos”, no hay ningún problema. Pero otra cosa es cuando se dice que una (pseudo)ciencia está equivocada en todo o en casi todo. ¡Se abren las puertas del infierno! De hecho se considera justo, y sobre todo serio, aquello que todos consideran justo. Debo confesar con honestidad que yo mismo, a ratos, he vuelto a caer en el viejo modo de pensar dogmático, aunque ya hubiese llegado a mis nuevos conocimientos. Me fue útil el hecho de haber estudiado en física que los conocimientos empíricos y las conclusiones ideológicas son dos cosas muy diferentes. De este modo, durante otros dos años, he seguido creyendo que se debía considerar el cáncer como algo maligno. Hablaba err neamente de un “cortocircuito” en el ordenador cerebro. S lo con la tercera y la cuarta ley biológica se ha esbozado casi obligatoriamente la quinta ley. Y así he comprendido que todos estos fen menos que hemos llamado “enfermedades” partiendo solamente de los síntomas, son solo parte de programas especiales, biológicos y con sentido (EBS). Las dos primeras leyes biológicas eran y siguen siendo correctas, pero las conclusiones conceptuales que de ellas había sacado estaban equivocadas, es decir, representaban una recaída en los viejos sistemas mentales ya superados de “bueno” y “malo”, o dicho de otro modo “benigno” y “maligno”. Algo parecido sucedió con las denominadas psicosis: creo que había interpretado correctamente las causas de las depresiones, manías y las denominadas constelaciones esquizofrénicas. Pero creí también que había que considerar estas constelaciones esquizofrénicas como “nada va bien”, es decir, el ordenador cerebro ha dado el mensaje de “error”. De nuevo fue una recaída en los viejos esquemas equivocados. Incluso mi suposición de que el sentido de este “desconectar” fuese esperar tiempos mejores en los que se pudiesen resolver los dos conflictos era correcta solo a medias. Con la quinta ley biológica la madre naturaleza ha enseñado de nuevo a este pequeño aprendiz de brujo que ella no hace nada sin sentido. Solo nuestra ignorancia es insensata y peligrosa. Solo después de que la madre naturaleza me ha enseñado otra vez la lección se me han abierto los ojos. Estoy contento de poderos mostrar en esta edición el mas reciente fruto de mis descubrimientos. Creo que me daréis la razón en el hecho de que esta conclusión final es correcta y demuestra tener un sentido, por supuesto un sentido biológico. Y va más allá: Nota: Cada una de las denominadas constelaciones esquizofrénicas, es decir, cada combinación de dos programas especiales, biológicos y con sentido (EBS) tiene un nuevo sentido biológico especial propio. Se podría incluso hablar de un sentido biológico específico de la combinación de dos programas especiales biológicos y con sentido. Esto es tan emocionante que es normal que a cualquier persona normal, acostumbrada a pensar en la manera antigua, se quede sin palabras. ¿Hasta la locura, la paranoia, eso que presumiblemente tenía 14 todavía menos sentido que las células cancerosas degenerativas, hasta esto sería un programa biológico con sentido? ¡Parece casi inconcebible! Al final hemos metido a estas personas infelices en departamentos cerrados, casi en prisiones, porque creíamos que estaban afectados por enfermedades psíquicas hereditarias, malignas e incurables. Creíamos que teníamos que proteger a la comunidad de estos “locos sin voluntad incapaces de comprender”. Ahora reconocemos que no era así. Que la relaci n con estas personas se pueda realizar de un modo diferente se demuestra con el ejemplo de Italia, donde ya desde hace años no existen las instituciones psiquiátricas. Según indican las experiencias referidas, va mucho mejor que antes. Las instituciones psiquiátricas se volvieron innecesarias. Ahora en Italia, para los casos especialmente graves, hay habitaciones especiales en los grandes hospitales. 2.2. ”Psiquiatría a tres niveles”. Si pensamos a fondo con coherencia y lógica, toda la cuestión se vuelve todavía más lógica, fantásticamente l gica: la palabra “psiquiatría” no sirve para nada. Al igual que cada síntoma psíquico en el programa EBS tiene su contrapartida a nivel orgánico, obviamente también la combinación de tales programas EBS debe tener un sentido biológico no solo en el plano psíquico, sino también en el orgánico. Querer creer otra cosa no tiene ningún sentido biológico, pero tiene sentido en base a la quinta ley biol gica. Podemos incluso hacer “diagn sticos psiquiátricos” en base a síntomas corporales (en el sentido de antes). Si un paciente tiene a la izquierda y a la derecha una neurodermatitis no simétrica, debe tener también una constelación esquizofrénica de la corteza cerebral (separación del compañero y separación de la madre o de un niño). Esto tiene obviamente un sentido biológico de combinación de los dos EBS. Pero análogamente los síntomas orgánicos deben tener un sentido biológico en su combinación. ¡Es lo que exige la quinta ley biológica! Por el momento conozco el sentido biológico de aproximadamente 2/3 de los EBS y estoy preparando una tabla al respecto. Sin embargo admito también humildemente que hasta ahora no conozco el “sentido biol gico de combinaci n”, que debo descubrir a nivel psíquico y orgánico, ni siquiera de un tercio de todas las combinaciones de EBS. No se trata de hablar por hablar cuando se habla del “peque o aprendiz de brujo”, sino que ante las enormes tareas que se deben afrontar uno se siente verdaderamente pequeño y miserable si osa ocasionalmente echar un vistazo por el ojo de la cerradura de la oficina de la madre naturaleza. Es difícil, en el sentido más literal de la palabra, abarcar todo aquello que se ve, es decir, descifrar las combinaciones o su sentido biológico. Si aceptamos por el momento, lo que debo demostrar todavía y sin duda lo haré más tarde, que estas condiciones a las que hasta ahora hemos llamado “enfermedades mentales y psicopatías” tienen todas un particular sentido biológico, que hasta ahora no habíamos reconocido todavía, ni podíamos hacerlo, quizás porque antes estábamos todos estupefactos, y de repente surge la pregunta: “Entonces, se puede dejar que todos los locos y los psicópatas vayan por ahí libremente?”. La respuesta es tan sencilla como complicada: nuestro organismo entero y también el “ordenador” de este organismo está regulado por las relaciones biológicas naturales. También estas relaciones tienen un sentido biológico. Yo no creía que estas situaciones a las que llamamos enfermedades mentales y psicopatías hubiesen revelado un sentido reconocible aún por nuestra civilización, tan lejana ya de la biología. Un pequeño ejemplo: Nuestra Maja, perra de raza bóxer. Cuando su hija parió cinco cachorros sanos ella (Maja) quería saltar en la caja y atacar y morder a los pequeños para matarlos. Nosotros decimos que “se ha vuelto loca”, los psic logos que “está celosa”. Ninguna de las dos cosas. Solo comprendemos este comportamiento cuando los etólogos nos explican que eso es del todo normal en las manadas que viven en libertad, y que biológicamente tiene sentido; de hecho sólo la loba-guía puede tener cachorros, tantos como se necesiten para completar la manada. Como muestra el ejemplo italiano, la mayor parte de los pacientes puede estar en casa. Ni los pacientes pueden resolver sus conflictos con la psiquiatría, porque normalmente se les seda con tranquilizantes, ni nadie en las clínicas se interesa por sus conflictos verdaderos, por no hablar de los TAC cerebrales. Se trata justo de conflictos biológicos que tienen que ver con el ambiente en el que se encontraban antes y del cual ahora, estando en la clínica, se han alejado. En algunos casos individuales, gracias al hecho de alejarse una determinada distancia, sea espacial sea psíquica, de la causa conflictiva, se podría llegar eventualmente a una solución del conflicto. Pero esto no es válido para la constelación esquizofrénica, cuyo sentido, por lo que parece, consiste en el hecho de que los conflictos se “congelan” por el momento. Aquí está en gran parte el sentido biológico de esta constelación, el cual puedo además demostrar en un momento: 15 Con una constelación esquizofrénica no se acumula prácticamente ninguna masa conflictiva. Si un día los afectados tienen la posibilidad de resolver ambos conflictos, se liberan del encantamiento como en los cuentos y vuelven a ser completamente “normales”. Sin embargo si en este período, que suponemos sea largo, hubiesen tenido solo un conflicto en un lado cerebral, por ejemplo en la zona del territorio, entonces no deberían resolverlo, entre otras cosas porque morirían de infarto cardiaco en la crisis epileptoide. Tras descubrir la primera ley biológica de la Nueva Medicina creía, en mi entusiasmo, que se debiesen resolver rápidamente todos los conflictos. Hoy en día sé que se trataba del error de un pequeño aprendiz de brujo. Hay conflictos que, si es posible, es mejor llevárselos a la tumba para poder vivir más tiempo. Si después de leer las páginas precedentes todavía no te queda claro nada, querido lector, no te desesperes. Al final de este capítulo sabrás más del tema que cualquier psiquiatra. La misma palabra “psicosis”, en sentido estricto, es incorrecta, porque imaginábamos que tuviese que ver solamente con la “psique”. Pero por cada síntoma psíquico hay también un síntoma cerebral y un síntoma en el órgano correspondiente! En la Nueva Medicina cada una de las denominadas enfermedades suceden siempre sobre los tres niveles, y las cosas no son diferentes para las denominadas psicosis. Solo que en estas últimas normalmente habíamos pasado por alto por síntomas orgánicos. Y si por casualidad los habíamos visto, no los habíamos relacionado con la psicosis. Por desgracia hoy en día, por ejemplo en Austria (ley para los psicoterapeutas = ley anti Nueva Medicina), se ha llegado a dividir la medicina de un modo totalmente insensato en “enfermedades puramente psíquicas” y “enfermedades puramente orgánicas”. Las primeras, entre las que entran también las denominadas psicosis, son tratadas exclusivamente por los psiquiatras y psicoterapeutas, las otras “enfermedades puramente orgánicas” son curadas por los médicos que se ocupan de los rganos... Para no crear una confusión lingüística total, por el momento continuaremos usando la expresión “psicosis”, si bien en la Nueva Medicina, aunque de otra manera, tienen un sentido biol gico específico gracias a la combinaci n de dos o más programas EBS. Son excepciones las denominadas “depresi n primaria” y la “manía primaria”, en contraste con la depresi n y la manía en la constelaci n esquizofrénica que llamamos “depresi n secundaria” o “manía secundaria”, en parte también las constelaciones maniaco- depresivas, siempre y cuando afecten ambas zonas del territorio. De hecho la depresión primaria y la manía primaria se presentan con un único conflicto en el caso de los zurdos y del empate hormonal. 2.3. ¿Qué aspectos cambian en aquello que hemos llamado hasta ahora psiquiatría? 1. No existen y no han existido jamás programas especiales psíquicos sin correlación orgánica. Por lo tanto en rigor no hay ni psiquiatría en el sentido anterior ni psicología. Debemos dejar de intentar “eliminar con la terapia” todas las rarezas, como se las ha querido imaginar siempre. Como sabemos hoy en día, se trata de programas biológicos especiales que naturalmente implican también cada vez un relativo sentido biológico a nivel psíquico. Esto no se sabía antes. Un punto de vista completamen constelaciones de los relés cerebrales afectados tienen una determinada sintomatología psíquica (y obviamente también orgánica) común o comparable que a continuación describiré. Como mostraré en un caso concreto, naturalmente también hay combinaciones de más de dos conflictos activos en los distintos hemisferios cerebrales. Y a su vez también hay constelaciones múltiples parecidas que son comparables entre ellas, es decir, tienen algo en común. Una excepción sólo aparente son los 2. las presuntas molestias psíquicas, es decir 3. te nuevo y desconocido hasta ahora es aquel por el que las distintas “saltos cuánticos” psíquicos (y obviamente también orgánicos) causados por la constelaci n que nos ha hecho ver una sintomática completamente nueva, que aparentemente no tiene nada que ver con los dos conflictos originarios. También las constelaciones, incluidas trata de un hecho demostrable, que incluso a mí, que soy viejo en el oficio, me parecía antes increíble, quizás porque yo mismo he trabajado en la denominada psiquiatría, donde nos sentíamos inteligentes cuando utilizábamos expresiones y síntomas psiquiátricos y hacíamos creer a nuestros pacientes que sabíamos algo de ellos. Sólo para completar constelaciones, por ejemplo o 4. las múltiples, tienen siempre un sentido biológico propio. Se 5. diré que probablemente tenemos que contar todavía con otros tipos de la constelación fronto-occipital del mismo hemisferio y o la constelación cráneo Obviamente estas constelaciones pueden a su vez ser combinadas con las constelaciones transversales de hemisferios diversos. Las combinaciones de constelaciones de los hemisferios del tronco cerebral, cerebelo y/o cerebro. Tales combinaciones pueden estar presentes no sólo en muchos, sino incluso en la mayor parte de los casos de los pacientes recluidos en nuestras instituciones psiquiátricas. -caudal (superior / inferior) del mismo hemisferio. 6. 16 7. Ampliación del sentido biológico de las constelaciones: La cuestión de la ampliación del sentido biológico del programa biológico especial concreto en la combinación de dos o más constelaciones, de hemisferios diferentes (o fronto-occipital o cráneo- caudal), se convierte en una cuestión decisiva en cada caso particular para todos aquellos que quieran ocuparse más intensamente con la Nueva Medicina. Naturalmente, como ya hemos dicho, el sentido biológico se puede buscar no solo en la realidad psíquica, así como no se podía buscar sólo en la realidad orgánica. Pretendo decir: el “salto cuántico” psíquico, esto es la variaci n del contenido conflictivo o la ampliación del contenido conflictivo a causa de la combinación de dos o más contenidos conflictivos, prevé también el correspondiente “salto cuántico” orgánico, del cual hasta ahora s lo sabemos que la masa conflictiva es mucho más limitada en su efecto también a nivel orgánico. Vale la pena encontrar bajo que aspecto, a causa de la combinación, se podría modificar no solo el sentido biológico relativo de dos conflictos activos a nivel orgánico, sino también si el sentido biol gico a nivel orgánico puede realizar eventualmente un “salto cuántico”, es decir, un “salto cuántico orgánico” o si incluso debe realizarlo por fuerza. Naturalmente debemos pensar lo mismo también a nivel cerebral. Estamos en condiciones de fotografiar fácilmente estas combinaciones con las TAC, pero por el momento solo podemos hacer especulaciones sobre los procesos electromagnéticos (siempre que se trate de esto) o sobre las combinaciones. Sin embargo tales conocimientos no son clínicamente obligatorios en el presente. Puesto que nos encontramos ante un sistema predeterminado, podemos lograrlo incluso sin este conocimiento especial detallado de un solo nivel. 2.4. El sentido biológico de combinaciones o constelaciones de conflictos biológicos a nivel orgánico. Probablemente este punto parecerá a los lectores un poco desconcertante a priori. Uno se puede ya imaginar que una combinación psíquica de varios conflictos de hemisferios distintos o de lados cerebrales diferentes (en el tronco cerebral y en el cerebelo) pueda tener un sentido biológico, pero resulta difícil entender por el momento que tenga que ser así también el caso de programas especiales orgánicos. Sin embargo si reflexionamos correctamente, llegaremos a la conclusión de que no es una contradicción el hecho de que la combinación, que nosotros aquí llamamos constelación, pueda tener del mismo modo un sentido biológico específico modificado a nivel orgánico o hasta que deba tenerlo, del mismo modo que lo tiene a nivel psíquico. Puesto que la primera ley biológica dice que todos los procesos tras el DHS se desarrollan de modo análogo en los tres niveles, ¿por qué no tenía que ser así también para las combinaciones o constelaciones de estos procesos? Cierto que al inicio (primera edición de este libro) creía que en el caso de dos conflictos biológicos corticales de hemisferios diferentes el ordenador cerebro mostrase el mensaje “error” y el individuo afectado “fuese eliminado de la competencia”. Eso es todavía cierto en parte, es decir, el individuo se retira de la competencia especial, por ejemplo con respecto al territorio, pero tiene la ventaja de que no se forma casi ninguna masa conflictiva. Sin embargo no se trataba en modo alguno de un “error”, sino que la propia constelación de la locura tiene su sentido biológico, así lo creo hoy. Y son muchos los hechos que confirman que no sólo a nivel psíquico la combinación de conflictos, es decir, la constelación esquizofrénica, representa un sentido biológico específico nuevo por completo justo en su combinación especial (por ejemplo “estado de suspensi n” con constelaci n esquizofrénica premortal), sino que esta combinación específica, por cuanto en la práctica revela una nueva dimensión a nivel psíquico, también a nivel orgánico puede mostrar una dimensión nueva similar, incluso debe. Soy consciente de que resulta difícil imaginarse una nueva dimensión de una correspondencia biológica a nivel orgánico. Sin embargo me gustaría citar un par de ejemplos, que ya conocía anteriormente, pero que no conseguía valorar todavía de un modo adecuado. 2.4.1. Ejemplo: Reaparición de la ovulación en una joven diestra mediante la constelación postmortal. a) En este caso el primer DHS sería un conflicto sexual que provocaría amenorrea (perdida de la ovulación). b) Tras un segundo DHS en el relé de territorio cortical (derecho) –de hecho tras el primer conflicto la mujer reacciona “masculinamente”, por ejemplo con el deseo de tener un compa ero delicado o una joven amiga lesbiana- retorna la ovulación. Se restablece el equilibrio o, más exactamente, un equilibrio del conflicto. 17 Ahora, según que conflicto sea más fuerte, puede prevalecer un lado cerebral sobre el otro, por ejemplo con conflicto acentuado en el lado derecho, masculino, la mujer será relativamente un poco más femenina. Pero si el conflicto sexual femenino viene acentuado por un agravam iento del conflicto cortical izquierdo, entonces la mujer se volverá relativamente un poco más masculina. Con esta alteración de la sexualidad, que se observa con especial frecuencia en las mujeres lesbianas o los hombres homosexuales, la mujer puede continuar teniendo tanto el ciclo como la ovulación. ¡Evidentemente se encuentra psíquicamente en una constelación esquizofrénica maniaco-depresiva post-mortal! 2.4.2. Ejemplo: Combinación de dos conflictos del prófugo que afectan a ambos riñones. Primer DHS: Segundo DHS: otro conflicto de prófugo o conflicto del sentirse abandonado a nivel psíquico, y por ello constelación esquizofrénica del tronco cerebral con sensación Orgánicamente: retención grave de líquidos, lo que hasta ahora habíamos llamado disfunción renal aguda con necesidad de diálisis; carcinoma de los túbulos colectores en el segundo riñón. Psíquicamente: desorientación, consternación, psicosis. conflicto del prófugo a nivel psíquico, a nivel orgánico retención de líquidos con carcinoma de los túbulos colectores de un riñón de desorientación; esto tiene un sentido biológico particular. 2.5. Subdivisión general de las denominadas psicosis. A. 1. Capa trófica. Constelación esquizofrénica del tronco cerebral. 1. De las cuatro cualidades funcionales las posibles serían: a) Sensorialidad del tejido intestinal: examina la composición de los alimentos en el interior del intestino, tanto químicamente como mecánicamente. Motricidad (= peristalsis intestinal). Secreción intestinal: produce los jugos diges Absorción intestinal: las sustancias nutritivas son absorbidas intestinales en el flujo sanguíneo y linfático con dirección al hígado. Evidentemente estas cualidades funcionales están dirigidas todas por el mismo relé en el tronco cerebral (véase el esquema de la sección esquemática del tronco cerebral), pero no en todas las partes del tracto gastrointestinal están presente las cuatro. Por ejemplo parece que las glándulas lacrimales, las glándulas parótidas y las glándulas sublinguales tengan sólo la cualidad funcional secretora. Por otra parte las cualidades secretora y absorbente, por ejemplo, no parece que se excluyan la una a la otra necesariamente. De hecho en el mismo punto puede desarrollarse unas veces un carcinoma plano en el caso de que no sea posible absorber un pedazo, y otras veces el pedazo resulta demasiado grande para poder pasar por el intestino, entonces se forma en una posición próxima un carcinoma con forma de coliflor de tipo secretante que tiene la función de producir todo el jugo digestivo posible de tal manera que el pedazo sea digerido y pueda pasar. En los dos casos, pero sobretodo en el segundo, pueden estar implicadas también las cualidades funcionales sensorial y motora. Pero se debe tener presente que en muchos casos en los que se implica solo una cualidad funcional, basta que el otro lado del tronco cerebran sea atacado por otro DHS para tener la constelación esquizofrénica del tronco cerebral. No parece verificarse muy frecuentemente el hecho de que un DHS puramente sensorial o puramente motor ataque el tronco cerebral, pues si b) c) d) tivos. a través de las paredes fuera así se debería encontrar mucho más a menudo “Focos de Hamer en gran número”. Pero por una parte muchos tumores no se descubren jamás, en especial aquellos de tipo absorbente de crecimiento plano, sobretodo si se pueden reducir con la presencia de micobacterias por la tuberculosis. Y por otra parte todavía no existen los parámetros de valoración diagnóstica, aparte del TAC cerebral, con los que poder calificar un DHS sensorial en el tracto intestinal. Quizás estaremos en condiciones de hacerlo a no mucho tardar. De hecho creo que la denominada colerina causada por la toma de un pedazo envenenado o podrido, provoca una inversión de la peristalsis en la primera parte intestinal de admisión y una intensificación de la peristalsis en la parte final expulsora. El “centro” se encontraría entonces o a la mitad del colon o en la membrana ileocecal (unión del intestino delgado con el grueso). 18 2. El lado izquierdo expulsor del tracto gastrointestinal, dirigido por el lado izquierdo del cerebro. También aquí vale todo lo citado arriba en el punto “1”. El síntoma psíquico típico en la constelación esquizofrénica del tronco cerebral es siempre la consternación. B. Constelación esquizofrénica del cerebelo: problema social: conflicto con/por la madre o niño y por el compañero. C. D. E. F. G. Constelaci n esquizofrénica de la médula cerebral (“grupo de lujo”). Constelación esquizofrénica de la corteza cerebral. Constelación o combinación fronto-occipital. Constelación o combinación cráneo-caudal de la corteza cerebral. Combinaciones de programas EBS de diferentes porciones cerebrales (por ejemplo corteza del encéfalo / tronco cerebral). Combinación o constelación de más de dos programas EBS. Fase intermedia H. I. con salto de los conflictos. Es como si estuviesen presentes dos programas EBS reflejados durante un breve tiempo (“uno se acaba de activar y el otro no está resuelto todavía”). 2.5.1. Clasificación detallada de las denominadas psicosis. Dando por hecho que sabemos que no existen las psicosis entendidas hasta ahora como “enfermedades puramente psíquicas”, sino que todas las presuntas enfermedades son en parte síntomas de programas especiales biológicos y con sentido o combinaciones de estos, y que nosotros denominamos “constelaciones”, llegamos a la siguiente clasificaci n: A: un único programa especial biológico y con sentido en una persona zurda: Depresión primaria: a) 1. en la mujer zurda sexualmente madura (menos en el embarazo y la lactancia y excluyendo también la píldora anticonceptiva), en el hombre zurdo en la andropausia. Manías primarias: a) en el hombre zurdo, b) en la mujer zurda en la menopausia b) 2. 3. Depresi n primaria y manía primaria con “empate hormonal”. Por lo tanto hablamos de “depresi n primaria” y de “manía primaria”, porque ya con el primer programa EBS surge la depresión o la manía, lo cual tiene su sentido biológico. Todas las otras “rarezas psíquicas” eran o son siempre combinaciones de programas especiales biológicos y con sentido, siempre y cada vez en una combinación particular, donde llamamos constelaciones esquizofrénicas A las combinaciones transversales de las porciones cerebrales a izquierda y a derecha (tronco cerebral, cerebelo, médula cerebral y corteza cerebral). Junto a esto tenemos la constelación fronto-occipital (de delante hacia detrás) y la constelación cráneo-caudal (parte superior e inferior de la misma porción cerebral). La combinación o constelación de programas EBS de diversas partes cerebrales con todas las variaciones posibles (transversal, cráneo-caudal, etc.) y la combinación o constelación de más de dos programas EBS con las denominadas “constelaciones múltiples”. Nótese: También la combinación de varios programas EBS tiene siempre un sentido biológico, casi un sentido biológico combinatorio. La clasificación de las psicosis es muy simple y se basa en las tres hojas germinales embrionarias. Con respecto a la naturaleza tan específica de las diferentes psicosis veremos que naturalmente cada programa EBS, por ejemplo del tronco cerebral, se puede combinar con otro programa EBS del tronco cerebral, por ejemplo en el lado opuesto, en una constelación esquizofrénica del tronco cerebral, pero evidentemente también con cualquier programa EBS del cerebelo o del cerebro y viceversa. Pero comencemos con la psicosis primaria constituida por la “depresi n primaria” y por las “manías primarias”, ya que estas representan un sólo programa EBS. 19 2.5.2. Las depresiones primarias y las manías primarias (grupo especial). El hecho de que las depresiones y las manías primarias formen un grupo particular es porque tienen sólo un programa EBS que sin embargo se ha formado en condiciones especiales, o por ser zurdo o por empate hormonal. Mientras que el ser zurdo es un factor constante, el empate hormonal, al contrario, puede variar (por ejemplo a causa de la píldora anticonceptiva, el embarazo, la lactancia, un quiste del ovario, etc.). Análogamente también la sintomática de la depresión puede transformarse en manía. Este cambio maníaco-depresivo casi “artificial” (al contrario que la constelaci n esquizofrénica maniaco-depresiva, también llamada “demencia maníaco-depresiva por la medicina oficial) tiene siempre un sólo conflicto que sin embargo de vez en cuando, en base a la situación hormonal y al contenido conflictivo, puede activar un programa EBS diferente, pero s lo uno. Hablamos ahora de un “conflicto que salta”, es decir, que cambia de lado cerebral. En pequeño ejemplo: una paciente de cincuenta años en la menopausia había sufrido un conflicto de territorio (reaccionando por lo tanto masculinamente) porque el compañero la había dejado (es decir, se había escapado de su territorio). Dado que tenía todavía muchas hormonas femeninas, las masculinas prevalecían sólo por un poco; se encontraba en el denominado “empate hormonal”. En la medicina tradicional se ha llamado este suceso “psicosis involutiva” o “depresi n involutiva”. Desde hace ya tiempo se sabe que esta depresión involutiva tiene alguna relación con las hormonas y que a menudo “reacciona” bien a los estr genos. Pero dado que no se conocía la causa, ni siquiera se sabía que con los estrógenos el síntoma depresión desaparece, y la paciente (si el conflicto no se resuelve efectivamente) entonces experimenta el conflicto de un modo diferente, esto es, como conflicto de frustraci n sexual (“me ha dejado por otra”). El conflicto se ha modificado entonces en su contenido por el suministro hormonal, y ahora salta del lado derecho de la corteza cerebral al izquierdo, y en lugar de una úlcera de las arterias coronarias con angina de pecho y depresión, lo que causa es una úlcera de las venas coronarias y una úlcera del cuello del útero y, dado que prácticamente persiste siempre el balance hormonal, una manía. Si estos pacientes tienen mala suerte, y esta que citábamos la tuvo, se le puede ya diagnosticar tras poco tiempo un carcinoma en el orificio y en el cuello del útero (carcinoma ulceroso). Si la misma paciente hubiese tenido su conflicto de territorio en empate hormonal con depresión y angina de pecho a causa de una pelea con la vecina, entonces los estrógenos habrían sido una ayuda muy eficaz ya que un conflicto de este género jamás se habría convertido, por lo que respecta al contenido, en un conflicto de territorio. Gracias a los estrógenos esta mujer masculina se habría convertido de nuevo en femenina y no habría sentido más el conflicto de territorio. Se habría acabado el problema. Hay frecuentemente muchos casos comparables a este con el embarazo o la píldora anticonceptiva (aquí en secuencia contraria). El mismo ciclo mensual, que en la naturaleza no existe, no es homogéneo (más embarazos y lactancias más largas). Los períodos más femeninos se alternan con otros más masculinos. Esto a lo que echando un vistazo nos parece o nos ha parecido ser constante en realidad no lo es, sino que se trata más bien de altos y bajos hormonales. Ved, queridos lectores, como son de fáciles las cosas cuando se escriben, y como se pueden complicar en la práctica. Por eso es aconsejable dirigirse siempre a un “iatros” (médico en griego) experto de la Nueva Medicina, así como para otros temas se pide el parecer técnico de un consejero especializado. De hecho si en el caso anterior, que afortunadamente terminó bien, el conflicto sexual (tras el salto) hubiese durado 8 o 9 meses, incluso tras haber encontrado la solución se habría producido obligatoriamente una embolia pulmonar con la consiguiente muerte en el punto culminante de la fase PCL (infarto cardiaco derecho tras ulcera de las venas coronarias). Un aparato eléctrico se puede reparar siempre, en caso de necesidad eliminarlo por completo y sustituirlo por uno nuevo, pero para el hombre y los animales no hay vuelta atrás. 2.5.2.1. Ejemplo: depresión con tres recaídas en una muchacha zurda a causa de un conflicto sexual y/o un conflicto sexual de marcar el territorio. Me gustaría daros cuenta, queridos lectores, de una serie de 4 fases depresivas de una joven que son típicas respecto al discurso anterior, pero de las cuales seguramente ninguno habría comprendido jamás el origen si finalmente no hubiésemos descubierto el sistema. Las depresiones se manifiestan en empate hormonal, por lo tanto con amenorrea juvenil o post- climatérica, es decir, cuando las mujeres se vuelven más masculinas y los hombres más femeninos, o con el conflicto sexual o conflicto sexual de marcar el territorio de mujeres zurdas de tipo femenino. En el ejemplo que sigue se toma en consideración un caso parecido que es de verdad sorprendente ya que es tremendamente constatable y por ello completo sobre los tres niveles (psique, cerebro, órgano), y porque la 20 paciente, para ella de modo íntimo, ha diseñado una especie de diario de sus estados de ánimo. Estoy convencido que en breve tiempo este caso entrará a formar parte de la “literatura” médica mundial. Primer DHS: conflicto sexual con zurdería en el lóbulo temporal derecho: En octubre del 83 la ingenua muchacha veinteañera dejó por primera vez en su vida la casa bien protegida de los padres para irse a estudiar a una ciudad universitaria extranjera. Como sucede a la mayor parte de los estudiantes, al principio tuvo problemas para encontrar una habitación, pero luego encontró una residencia de estudiantes un poco tosca en mitad del bosque, a casi 3 Km de la universidad. Esto no le molestaba porque era sana y deportista y con la bicicleta no era ningún problema. También se puso muy contenta cuando los compañeros le dijeron que podía prepararse la cena en la cocina de la comunidad evangélica de estudiantes, y de hecho lo hacía. Pero tras pocos días sucedió la desgracia: el típico bacilón de la clínica psiquiátrica cercana, presumiblemente un enfermero, entró furtivamente en la casa de la comunidad de estudiantes y esperó al momento en que ella se quedase sola, y cuando llegó se puso la máscara del buen compa ero en quien se puede confiar. “ Tienes novio o te lo montas sola? Si quieres probamos”. Y ya se había echado encima de ella, la apretaba, la mordía el cuello e intentaba desnudarla. La muchacha al principio se quedó estupefacta, pero luego se resistió, dejó todo y escap fuera para huir con su bicicleta. Pero el maníaco la sigui , aferr la bicicleta y la “acompa ” a través del bosque sin dejar de tocarle el pecho e impidiendo cualquier intento de fuga, ya que tenía cogida la bicicleta. Tenía miedo de gritar, ya que el tipo parecía loco, llevaba puesto un abrigo largo y estaba fuera de sí. Cuando por fin llegó a su residencia consiguió, con ánimo decidido, meterse dentro y cerrar la puerta antes de que él pudiese entrar. Él permaneció durante una hora todavía delante de la puerta aporreándola. La muchacha estaba muerta de miedo temiendo que la puerta cediese. Vio en el espejo que estaba completamente pálida y que le temblaba todo el cuerpo. Después de unas dos horas él se fue, pero regreso en las noches siguientes provocando de nuevo el pánico en la muchacha. Desde aquel momento (noviembre del 83) se vio afectada por una depresión causada por aquella experiencia traumática conflictiva con DHS sexual. Desde entonces tuvo también espasmos vesicales. No encontraba ninguna explicación a ninguna de las dos cosas. De hecho deseaba tener novio, si bien no uno de esa clase. Esta imagen aparece en 1979. La muchacha que pintó este “Páramo en Sylt” (en el período del florecimiento) tenía entonces 16 años y el mundo era todavía puro para ella. Toda la pintura irradia fuerza y optimismo. La joven ve su camino delante de ella a través del páramo florecido. El cuadro se pintó en el acantilado rojo de Dampen. El sendero conduce a unas casas acogedoras con el techo de caña; incluso el cielo refleja el rojo de la pradera en flor. Cuando una joven pinta algo así, significa que todo está bien en su mundo. Autorretrato con “tercer ojo”, diciembre de 1983. Para el cuadro de al lado (de arriba) resulta superfluo casi cualquier comentario. La paciente tenía ya veinte años cuando se transfiguró en esta imagen conmovedora en la que aparece destruida. El ojo derecho aparece fijo y sin expresión, y el izquierdo está cerrado. En la frente la paciente tiene un “tercer ojo” con el que, como ella misma recuerda, ve el mundo negro y sin esperanza. El autorretrato, pintado durante la psicosis de una profunda depresión, tiene una fuerza expresiva tan conmovedora que no se podría expresar más intensamente. Pintó este cuadro “s lo para ella misma” durante la fase psic tica introvertida. Solo gracias a la suerte conseguí tener, tras una larga búsqueda, la mayor parte de las pinturas que había hecho sólo para ella, según ella misma dice, como válvula para aliviarse un poco. El sentimientos, estados de ánimo o sensaciones de modo que puedan ser revividos, aunque sólo sea por el mismo pintor o pintora. Un cuadro que se pinta, no para tener un efecto sobre otras personas, arte es la capacidad de expresar pensamientos, 21 sino casi como un “diario del artista y solo para él” adquiere un interés del todo particular a causa de su sana originalidad. No me creo un “conocedor del arte” o un crítico, pero en funci n de simple observador me fascina siempre una cosa, que es, como en este caso, que el artista dispone de todas las capacidades técnicas para pintar a placer los cuadros en modo realista y preciso y si tal artista intencionadamente (y por eso sólo para sí mismo) renuncia a desarrollar esa capacidad y por el contrario se quiere decir algo a sí mismo de tal modo que utiliza medios expresivos para ayudarse, entonces no puedo pasar delante de ese cuadro sin preguntarme a qué o a quien esté referido. La rigidez como de máscara que los psiquiatras observan siempre en las depresiones verdaderas corresponde a la fase simpaticotónica de un conflicto activo. El DHS ha atacado a la paciente al inicio de noviembre del 83, la conflictología se manifestó en las navidades del 83. El sueño de una virgen fue destruido: Cada mañana y cada tarde tenía que pasar por delante de la comunidad evangélica de estudiantes, que estaba enfrente de su instituto, y siempre tenía miedo de encontrar al loco peligroso. Solo cuando volvió a casa por navidad sus pensamientos cambiaron y la tensión la abandonó. La fase de un conflicto activo de la depresión o, en pocas palabras, la primera o ansiosa fase depresiva había durado desde el inicio de noviembre hasta las navidades del 83. Cuando la muchacha regresó a la universidad, en enero del 84, el conflicto se había atenuado, pero no resuelto completamente. Todavía vio repetidamente al loco y cada una de las veces se dio a la fuga presa del pánico. Solo cuando a finales de marzo del 84 se trasladó a otra residencia de estudiantes donde tenía una vecina simpática, se sintió segura y finalmente la depresión en fase semiresuelta desapareció. Conflictolisis: Ya unos días antes del traslado, cuando todo “estaba en orden”, empez a notar un cansancio terrible que no lograba explicarse. Estaba tan cansada durante todo el día que no podía salir de su habitación. Hizo el traslado con gran esfuerzo y seguía estando “muerta de cansancio”. En esta fase, que dur cerca de dos meses y tuvo un desarrollo ondulado, la paciente estaba en una “depresi n en fase de soluci n”. Eso significa que después de cada conflictolisis la persona se siente adormecida y cansada, sin energías. Sin embargo a pesar de eso la mayor parte de la gente se siente muy bien. Pero si un paciente tiene una fase PCL vagotónica a continuación de una depresión con tensión (conflicto activo) entonces esta fase de “pérdida de las energías” se considera parte de la depresi n. Al final de esta fase de reparaci n, fase PCL, vuelven también las energías. A menudo la paciente estaba tan cansada, a veces durante bastantes semanas, que no podía ni mantenerse en pie. En este período estaba “solo” en “depresi n en fase de soluci n”. La “depresi n en fase de soluci n” es todavía una depresi n, pero con una cualidad del todo diversa. Por eso la perdida de energías, el cansancio extremo vagotónico y, a menudo, los síntomas cerebrales son tan pesados que el paciente no se siente mejor respecto a la “depresi n en fase activa”. Imágenes: Del “diario pintado” de la paciente tenemos una imagen de la fase aguda de la “depresi n en fase activa”, el autorretrato con el tercer ojo. En esta imagen se expresa exactamente toda la rigidez y la tensi n de este tipo de fase depresiva. El paciente con una depresi n semejante se siente “rígido como el hielo”. Pero en el fondo la depresión de la primera fase es similar para todas las enfermedades cancerígenas en la fase de conflicto activo. Todos tienen una especia de obsesión de la que no consiguen liberarse, siguen pensando día y noche en su conflicto. La segunda imagen de febrero del 84 aparece en la fase de conflicto reducido entre el final de diciembre del 83 (navidades en casa) y el final de marzo del 84, momento de la conflictolisis final gracias al traslado. En el cuadro la atmósfera es todavía gris, pero no tan desesperada: se ven ya los rayos de luz. Los siguientes versos del diario proceden de la fase de depresión en conflicto activo: Noviembre del 83: depresión en conflicto activo. Encuentro La calle esta casi oscura en su horrible azul blancos abedules se arrojan a mis ojos aterrados. Te molestas por la lejanía inútilmente, ¿qué es eso? ¿Un niño, un hombre, un arbusto que se agita? No lo puedo apreciar, los árboles son demasiado altos y él no se quiere dar la vuelta el caminante. 22 Noviembre / diciembre del 83: depresión en conflicto activo. Lágrimas En otoño lloran los árboles y crujen cuando los fríos vientos los atraviesan ¿debo derramarlos o no? puedes oír como suenan sus lágrimas. Los siguientes versos del diario proceden de la fase PCL de la “depresi n en fase de soluci n”: 9-2-84: depresión en fase de solución. Mi alma es una bailarina, sólo si la dejo libre corro detrás de ella hasta que me caigo, con una larga red para mariposas para aprisionarla de nuevo. Esta imagen fue hecha dos meses después del autorretrato de desesperación y de profunda depresi n “con el tercer ojo”. Durante ese tiempo la paciente entró en la fase PCL, unas 6 semanas después de la solución del conflicto. En esta fase la depresión, todavía presente en cierta medida, es cualitativamente muy distinta. Mientras que la pintura anterior se caracteriza por la “depresi n en conflicto activo”, aquí vemos la “depresi n en fase de soluci n”, es decir, sin espasmos. La paciente está adormilada y cansada, al igual que lo están todos los pacientes en la fase PCL, sus energías son todavía limitadas, pero ya se ven los primeros “rayos de luz”, al igual que en la imagen superior se pueden reconocer claridades que rompen la tonalidad gris de base del cuadro. Sobre todo, como dice la paciente, “en aquel período he podido observar de nuevo otras personas y cosas, mientras que antes me miraba s lo a mí misma como en un espejo y justamente sin esperanza”. La poesía siguiente aparece en el período sin conflicto con fase PCL terminada a finales del verano del 84: 1-10-84 (durante el tiempo libre de conflicto) Bayas de enebro ¿Cómo se recogen las bayas de enebro, los pequeños caballeros amargos? Se defienden con espadas afiladas, se dice: Arbolito agítate y muévete, ¡Arroja las espinas y las bayas a tus pies! Segundo DHS: conflicto sexual en enero del 85. El siguiente DHS se verificó en enero del 85, cuando un estudiante israelí al que ella le había dado durante unos minutos información sobre la universidad en la biblioteca universitaria en diciembre del 84, ya que se encontraba de paso, se presentó de improviso ante su puerta a las once de la noche. Les había dicho a todos los vecinos y a la casera que era su novio. Cuando la muchacha entr en la casa hacia las once, la casera la salud diciéndola: “tu novio ha llegado ya”. El estudiante israelí pretendía dormir en su casa. De nuevo la muchacha fue golpeada duramente por esta penosa situación. Pero no se amedrentó y lo mandó a un hotel. La mañana siguiente se alejó de la casa hacia las siete y no regresó hasta la noche, cuando tenía “vía libre”. De nuevo se impidi que el conflicto durase s lo un día, ya que el galán llamaba continuamente a los padres de la muchacha. El conflicto consistía en el hecho de que ella se habría alegrado mucho por la visita, hecha de un modo correcto, de un jovenzuelo simpático e incluso no habría tenido ningún problema en acostarse con un amigo. Pero el hecho de que siempre le llegasen estas cosas de mano de semejantes locos, que lo intentaban de una manera tan fea, la trastornaba. 23 Sin embargo la depresión que se inició el día del DHS duró solamente 14 días, y más o menos igual fue la fase de reparación. Tercer DHS: conflicto sexual a causa de un casero molesto en Sylt en abril del 85. En abril del 85 experimentó, o mejor dicho, sufrió otra descarga de DHS con DHS recidivo. La historia se inició de un modo totalmente simple: durante las vacaciones semestrales la paciente quería pasar dos semanas en Sylt, donde su familia ya había estado frecuentemente. Un naturópata que la conocía le procuró un alojamiento que sin embargo tenía un “defecto”: el casero, de edad madura, era un “sob n” y, evidentemente, lo era más con las muchachas jóvenes. El caso es que era un día de lluvia y nuestra muchacha estaba delante de los libros estudiando en la sala de estar, donde en esos días lluviosos se entretenían los huéspedes, cuando él se le acerc con un albornoz que casualmente “se abri ” a la vez que murmuraba cosas como “tesorito” y “amorcito”. Al final puso su mano sobre la espalda de la muchacha y la deslizó hacia el pecho. Esto fue demasiado para ella, de nuevo justo aquello que le daba alergia, otro maníaco igual que siempre. No lo toleró de ningún modo y se lo contó también al naturópata que, en lugar de esperar a que no volviera a suceder, llamó a la mujer del maníaco para que le pidiera a su marido que mantuviese sus sucias manos lejos de la muchacha. En aquel momento se desencadenó un infierno. Confrontaciones, interrogatorios, testimonios y repetir las descripciones de los “tocamientos”, amenazas y salidas fuera de tono, de tal manera que la muchacha, tras cinco días, abandonó precipitadamente la pensión con todo el cuerpo tembloroso, porque ya no podía soportar más que cada día le volvieran a abrir la herida con ese espectáculo criminal, aunque ella tuviese razón. De nuevo sufrió una depresión con espasmos en la vesícula. Esta vez la depresión duró unas tres o cuatro semanas en la fase activa y más o menos el mismo tiempo en la fase de “soluci n”. Por suerte la muchacha era joven y pudo olvidarse más rápido que otras personas, ya que como estaba estudiando se concentraba en otras cosas. 27-4-85 (Durante el período de conflicto activo de la tercera depresión); Sylt. Pascua Corro sola contra el viento, el más fuerte aquí de todos. Las cuencas del arrecife se rellenan además, turbias o un poco plateadas, lentamente como el mosaico volante de los pájaros, que desaparece en el lejano torbellino de lo alto y lo bajo. Ovejas inmóviles de piedra están desde siempre aquí, indiferentes, surgidas directamente de la tierra. Elevo los ojos: gris indiferente y planicies paganas. Mis pies están rodeados de un fango denso para que yo no me hunda. Mayo del 85 (durante la fase de conflicto activo); después de la fuga de Sylt. Caducidad En los tiempos en los que yo me encierro en el interior y cadáveres embotados en las vitrinas de los museos entran por primera vez en contacto unos con otros, las hormigas se escapan de la caja de medicinas y el suelo es negro como el grito interior, silencioso, seco, dinamita para las branquias bajo agua. Este cuadro aparece en el verano del 85. El mundo vuelve a estar en orden en abril del 85, tras el 24 tercer conflicto sexual en Sylt, que sin embargo duró solamente unas dos semanas. El paisaje dulcemente ondulado de la Franconia, pintado con delicados tonos pastel, irradia tranquilidad y armonía. El cielo es azul: rápidamente todo está en orden, tal y como debería ser normalmente para una muchacha joven. Cuarto DHS: conflicto sexual a causa de la bajeza del compañero de su mejor amiga; noviembre del 85: Todo enfermo que haya sufrido un DHS con un conflicto de larga duración tendrá ahí su punto débil, su “tal n de Aquiles”, el punto vulnerable. Las cosas por las que otras personas pasarían tranquilamente, incluso bromeando, afectan por el contrario al paciente de inmediato abriendo la vieja herida y convirtiéndolo en una especie de alergia. Esta joven mujer siempre había deseado fervorosamente un “novio razonable” con el que poder tener niños. Pero solo se le acercaban absurdos maníacos. En octubre del 85 había cogido un pequeño apartamento junto con su amiga y el prometido de esta, con el que la amiga estaba “prácticamente casada” desde hacía muchos a os. Cada uno tenía su habitación propia, solo el baño y la cocina eran comunes. Reinaba la máxima armonía. Un día la amiga la invitó a la casa que poseía, diciéndole que estaría ausente temporalmente y que había suficiente sitio. Todo fue normal, pero por la noche la paciente comprobó que no le habían preparado la cama de huéspedes y que el prometido de su amiga se había metido en su cama, como si fuese la cosa más natural, a su lado y le comenzó a tocar por el escote. ¡No podía ser cierto! La paciente estaba totalmente fuera de sí, todo el cuerpo le temblaba de la rabia y la indignación. No toleró ninguna invasi n y la noche transcurri forzosamente “plat nica”. Cuando a la mañana siguiente la paciente esperaba una excusa, su indeseado compañero de cama le dijo: “Se trataba de una proposici n, y todavía está en pie”. La paciente: “Esto me ha dado el golpe de gracia. Hasta este momento esperaba todavía que toda la historia fuese una broma estúpida. La doble desilusión fue enorme; por una parte porque me había tratado como si hubiese aceptado; por otra porque había enga ado a mi mejor amiga”. Cuadro de noviembre del 85. Segundo “autorretrato” del alma: desde el momento de este DHS con conflicto sexual la paciente tuvo una profunda depresión, como muestra la pintura, que se inició pocos días después de esta experiencia traumática. El cuadro expresa una notable falta de esperanza y de fe. Todo es negro sobre gris y gris sobre negro. La paciente tuvo que sufrir nuevamente durante dos meses por esta “depresi n en fase activa” y luego otros dos por “depresi n en fase de soluci n”. Diciembre del 85 Vacío Los días son largos demasiado largos para el vacío están simplemente ahí también sin mí todo va y viene con monotonía sin sentido para mi. Enero del 86. Depresión en fase activa. Disfonía Cada vez más sueños del Ártico o de Alaska con claridad insuperable de nieve y frío. Según mi opinión este cuadro posee, al igual que el autorretrato con el tercer ojo, la expresividad más fuerte que yo conozca, ya que no sigue ninguna tendencia, sino que de una manera totalmente genuina refleja sólo el propio estado de ánimo. La pintora dice que de nuevo se trata de un autorretrato y que ha pintado sólo lo que estaba dentro de ella. Y en su alma estaba el bosque gris de noviembre. Encima de la pintura escribió: Las cornejas se reúnen a miles, negras, negras a lo alto, muy alto en la niebla de la noche que calaba y ocupaban las ramas las ramas de los desnudos chopos sin preguntar, ejércitos enteros preparaban la llegada del frío. 25 La pintura apareció tras el cuarto DHS de un nuevo conflicto sexual (ver texto). Al igual que el autorretrato con el “tercer ojo” es un grito de ayuda contra la desesperaci n, traducido al lenguaje un poco frío de la medicina como actividad conflictiva aguda, simpaticotonía, depresión en fase activa por ser zurda. Quinto DHS: conflicto sexual por una propuesta de matrimonio; diciembre del 85: Sólo por completar citaré también este último conflicto sexual que aparece en la fase activa del conflicto precedente, pero que sólo duró unos pocos días. Un tipo gordote, el denominado amigo “simpatic n”, del que todos se reían y que era tenido por impotente, en la tarde del retorno a casa después de una excursión, empezó a contar vulgaridades, a cual peor, que lo único que hicieron fue hacerle parecer todavía más impotente, ya que en una visita con los amigos a la sauna la paciente se convenció de que su Don Juan tenía los genitales de un niño de tres años (atrofia de los genitales). Todos murmuraban y hablaban del eunuco bola de sebo. A la mañana siguiente se le encontró justo delante de la puerta de su apartamento de estudiante con una botella de espumante y le hizo una proposición de matrimonio del todo formal, arrodillándose frente a ella de un modo teatral, como en la peor de las novelas rosas. Sin embargo a la paciente no le pareció para nada divertido, por el contrario se sintió humillada ya que todavía tenía en la mente las vulgaridades de la tarde anterior. Su reacción fue: ¿Por qué se me tienen que acercar siempre estos dementes? Después de esto a la paciente le temblaba todo el cuerpo, se le había abierto la vieja herida. La última conflictolisis (del cuarto DHS) se produjo hacia el final de febrero-inicio de marzo del 86. Se llegó a una solución del conflicto duradera cuando la paciente comenzó una relación permanente con un amigo y desde entonces no volvió a mostrar signos de depresión, aunque durante ese tiempo tuviese que afrontar graves problemas familiares. “Estar bien”, diciembre del 86. Un año después del cuarto y el quinto DHS sexual y correspondiente conflicto la joven pintó el cuadro de la derecha: casi un idilio. Un perro bóxer bonachón y sentado cómodamente en un sillón bajo la luz amarilla dorada y cálida que irradia una lámpara. El conjunto expresa un sentimiento de bienestar y confortabilidad. Apenas se puede uno imaginar que sea la misma persona que pintó los dos “Autorretratos” la que realiz esta agradable pintura. El mundo se ha vuelto a poner en orden, los conflictos se han resuelto (diciembre del 86). Lo que salta a la vista en este inquietante caso es el hecho de que una joven se haya visto afectada y haya sufrido una denominada “depresi n end gena” para la cual no se encuentran causas prodómicas según los puntos de vista psicoanalíticos. La muchacha provenía de una buena familia burguesa acomodada, superó brillantemente la selectividad y es una estudiante dotada. Jamás habría sufrido una depresión por semejantes sucesos si no hubiese sido zurda... El psicoanálisis no se puede aplicar en el caso de las psicosis, eso es algo que también saben los psiquiatras. Más bien tenemos que aprender a comprender la realidad “biol gicamente” y entonces las psicosis no serán como hasta ahora “el libro de los siete sellos”. 26 Las imágenes superiores se realizaron en abril del 87 y pertenecen a la joven zurda que había sufrido cuatro conflictos sexuales diferentes o también parcialmente conflictos sexuales de marcar el territorio. La figura de la base craneal, a la izquierda, muestra un edema claramente visible en la base del lóbulo temporal derecho correspondiente a un conflicto auditivo (“lo oigo y no me lo puedo creer”) y a uno de los órganos a los que corresponde marcar el territorio, en este caso la vesícula. Después de cada uno de estos DHS sexuales la paciente sufrió fuertes espasmos en la vesícula durante la fase de conflicto activo. Se ve la arteria comunicante posterior derecha claramente desplazada hacia el centro oprimiendo el diencéfalo. Tras la solución de la serie de conflictos, gracias a la relación estable con un amigo, la paciente tuvo continuamente dolor de cabeza y un gran cansancio durante más o menos un año. La figura superior derecha y la inferior muestran la progresión del edema cranealmente. Sin embargo aquí, si miramos atentamente, se nota un área cicatrizada en la zona frontal del lóbulo temporal derecho, a la derecha arriba una compresión evidente del asta anterior derecho al lado derecho (flecha). En esta región encontramos normalmente el correlativo del carcinoma bronquial. De hecho la paciente se recuerda que, tras la solución del primer conflicto de abril hasta mayo del 84, tuvo un gran cansancio con dos o tres semanas de tos fuerte que a veces hacía que casi le faltase la respiración. Por aquel entonces se sentía adormilada y apagada, apenas se podía mover. Como se ve, en realidad es mucho mas fácil definir los “programas especiales del cáncer” en base a sus conflictos y a su localizaci n en el cerebro, donde se encuentran los síntomas correspondientes, en lugar de definirlos a partir de síntomas orgánicos que normalmente (en todos los casos hasta ahora) son mucho más complicados de reunir. Si esta paciente no fuese zurda, sino diestra, por supuesto no habría enfermado de carcinoma ulceroso coronario ni de carcinoma bronquial, sino que los DHS habrían atacado el lóbulo temporal izquierdo del cerebro y habrían causado, como provoca normalmente un conflicto sexual, un carcinoma del cuello del útero y un conflicto de susto con carcinoma de la mucosa de la laringe, así como un carcinoma de la mucosa de la vesícula del lado derecho o un carcinoma rectal (conflicto de marcar el territorio y conflicto de identidad respectivamente). En superior izquierda, muestra siguiente de la base craneal, se ve bien que temporal presiona centro. respecto temporal tiene mayor, reconocible por oscura. también un FH por un conflicto auditivo en paciente el de TAC la que parte la el lóbulo derecho hacia También al izquierdo ede el lóbulo un ma la coloración Se ve fase PCL. no La se podía creer lo que escuchaba. 27 También en la imagen de la derecha se observa claramente una compresión hacia la izquierda del asta anterior derecho. La presión deriva de un gran Foco de Hamer con proceso expansivo a la derecha fronto-temporoparietal todavía bien visible aunque esté cicatrizando ya y haya superado su punto culminante desde hace tiempo. Mientras el conflicto sexual con sus recidivas está relacionado con este proceso como un complemento psíquico, a nivel orgánico se refiere al carcinoma bronquial que vemos en la imagen siguiente. (Sólo en una mujer zurda el conflicto sexual se manifiesta hacia la derecha). En esta radiografía de los órganos torácicos no se ve nada extraño a primera vista. De hecho el radiólogo ha escrito que la situación es normal. Pero observando más atentamente se puede ver claramente un diseño a rayas en el área inferior derecha. El mismo fenómeno aparece más reducido a la izquierda. Dado que desde hace algunas semanas la paciente tiene una expectoración que no había tenido nunca puede que sólo puede ser un estado pasado residual. Conociendo el desarrollo, s lo puede ser un carcinoma bronquial. En el “no- sistema” de la medicina oficial se daría s lo un diagn stico supuesto para un cuadro así. Se realizaría una broncoscopia para confirmar o excluir el diagnóstico supuesto. Según el sistema de la Nueva Medicina no se asusta al paciente cuando se entera de que ha habido un “peque o carcinoma bronquial” afortunadamente sin daños gracias a la duración relativamente breve. A esta paciente le dio la risa y afirmó que era de esperar como consecuencia lógica a la historia precedente. Admito que le había comunicado el “diagn stico de supuesto tumor” ya antes de realizar la radiografía. Según mi convicción de que cualquier médico habría podido descubrir la realidad del cáncer si hubiese estudiado de verdad a fondo aunque fuese un sólo caso, y me incluyo aquí a mí mismo durante mis primeros veinte años en la profesión médica. Lo mismo sucede con las denominadas psicosis, ya que nunca nadie se ha dado cuenta de las alteraciones vegetativas entre simpaticotonía y vagotonía que caracterizan todos los tipos de cáncer cuando el conflicto se resuelve, y que jamás ninguno ha preguntado al paciente en qué está pensando o ha estado pensando durante todo el tiempo, en lugar de tratar a todos los pacientes con el mismo rasero freudiano. Si se pregunta a un psiquiatra qué es una depresión, este se espanta y teme que se le quiera gastar una broma pesada, como si en la carretera se le preguntase a cualquiera qué es un coche. Pero enseguida se encuentra en dificultades porque a parte de empeoramiento del humor del paciente, falta de energía y pensamientos obsesivos y deprimentes no tiene nada más que decir. Ya cuando se le pide que haga la distinción entre las depresiones denominadas endógenas y aquellas reactivas, se mete cuando antes a hablar de “depresiones mixtas”, que no es otra cosa que parluchear. Si en un futuro nos tomásemos la molestia de controlar en retrospectiva el desarrollo de nuestros depresivos, entonces constataríamos que no solamente todos han seguido al pie de la letra las cinco leyes biológicas de la Nueva Medicina, sino que también han sufrido una denominada fase depresiva nueva, es decir, una recaída, por ejemplo tras abandonar la clínica, cuando al volver a casa o al trabajo se les reabría la vieja herida (sin darse cuenta de ello), con lo cual sufrían una nueva depresión dadas las condiciones. El caso presente muestra de un modo claro e lógico la causa y el desarrollo de una depresión como una “enfermedad cancerígena” especial caracterizada por una constelaci n particular. Durante la depresión no se consideraba jamás el nivel orgánico ya que casi no se notaba, es decir, en un caso normal de úlcera de las arterias coronarias (por no hablar del cerebro), ya que se consideraban enfermedades propias de la edad, llamándolas infarto cardiaco o angina de pecho, o “insuficiencia cardiaca”. Si en una paciente se encontraba un carcinoma bronquial o un carcinoma en la vesícula, se entendía que eso no tenía “nada que ver con la depresi n”. Por el contrario en nuestro caso sabemos por adelantado que una zurda con un conflicto sexual tiene un Foco de Hamer a la derecha periinsularmente y no a la izquierda como sucede normalmente. En las diestras un Foco de Hamer así se forma sólo con un conflicto de territorio, que una mujer diestra, por otra parte, sólo puede sufrir con una constelación de tipo masculina, es decir con amenorrea o después de la menopausia. De hecho normalmente sólo los hombres sufren conflictos de territorio. Es una estupidez buscar los conflictos en el sentido freudiano en una constelación parecida determinada de modo puramente biológico como es nuestro caso. Conscientemente he descrito este caso de depresión de una manera tan exhaustiva. Estoy convencido de que hay que estudiar muy a fondo un caso particular para llegar a comprender el principio general. Seguidamente hay que volver a controlarlo, pero en cualquier caso una vez que se ha descubierto el principio es mucho más fácil comprender los casos siguientes. En este caso se tenía además la ventaja de que no había otros médicos que complicasen el transcurso con la administración de tranquilizantes. 28 Este caso además tiene la ventaja de que las diferentes depresiones se han sucedido de un modo claro una tras otra a causa de la relativa brevedad de los conflictos, a excepción de la última pequeña, y, otra cosa muy importante, tenían siempre distinto contenido conflictivo aunque el tema conflictivo fuese el mismo. La mayor parte de las depresiones son mucho más difíciles de clasificar porque normalmente se trata del mismo tema conflictivo que reaparece en las recaídas. A menudo las recaídas son también muy largas y la fase PCL se superpone a la siguiente fase de conflicto activo de “depresi n en fase activa”. Además el examen de los conflictos implicados en casi todas las pacientes con depresión, con la denominada depresión involutiva post-climatérica, es a menudo tremendamente difícil. Normalmente se les deja en cualquier hospital psiquiátrico donde son sedadas hasta que no se enteran de nada o hinchadas a base de tranquilizantes, de manera que no sientan nada. Para semejantes enfermedades no se realizan TAC cerebrales, los exámenes a nivel orgánico se tienen por “superfluos”. Los parientes colaboran también a menudo de mala gana: “Si la salud de la abuela, que ya está en entredicho, se recuperara de nuevo”. Solo daría complicaciones. Y si alguno hablase incautamente de cáncer solo escucharía: “Esto nos faltaba, que asustase a la abuela con la historia del cáncer”. 2.5.2.2. Ejemplo: conflicto de una comadrona zurda. En la imagen del TAC de la derecha hay un gran Foco de Hamer, a la derecha parietalmente (flecha), hay otro foco más pequeño, no tan claramente definido, que está enfrente a la izquierda. El Foco de Hamer de la zona periinsular derecha corresponde al carcinoma bronquial en el área superior del lóbulo pulmonar inferior izquierdo, como bien se puede ver a la izquierda en la imagen del pulmón y en el TAC torácica inferior. Naturalmente la paciente de 33 años puede sufrir un carcinoma bronquial con FH a la derecha periinsularmente sólo por el hecho de que es zurda. Para que esto suceda debe haber sufrido un conflicto sexual (femenino) de susto, como justo había sucedido a finales del 84 por primera vez, cuando era comadrona en un hospital y tenía 33 años. Fue ingresada una mujer embarazada con una hemorragia; el niño estaba muerto y la mujer Literalmente en el último minuto se pudo para la hemorragia vaginal. La comadrona sufrió un DHS, un conflicto sexual femenino con conflicto de susto que la afectó en la zona periinsular derecha a causa de ser zurda. La asociación de la vagina sangrante fue la causa del conflicto sexual. Al se estaba muriendo desangrada. mismo tiempo sufri también un “conflicto de miedo en la nuca” porque desde aquel momento tenía siempre miedo de que el caso se pudiese repetir. 29 La úlcera de las arterias coronarias perteneciente al conflicto sexual en el plano orgánico se nota normalmente sólo con la angina de pecho en la fase de conflicto activo. El caso entero era un poco complicado porque además de que la paciente fuese zurda, había recibido citostática antes ponerse en mis manos. Por eso esto es algo sólo para los lectores más avanzados. El TAC que se realizó uno o dos días después de nuestra charla sobre conflitolisis muestra en la retina a la derecha occipitalmente un Foco de Hamer en solución con edema perifocal evidente. Además en aquel período tenía un escotoma en el ojo izquierdo que poco después desapareció por completo. La molestia de la retina es ya casi cerebral. El foco precedente está hinchándose como un bizcocho lleno de levadura. La depreciación de sí, prácticamente generalizada, está en proceso de solución, todo la médula cerebral adquiere una coloración oscura. La paciente llegó a mi consulta con las manos frías y se fue con las manos calientes. Agrandamiento parcial de la imagen precedente. Durante ese tiempo la paciente se encuentra bien en general, ha cogido peso, me ha mandado cordiales saludos desde el lugar de vacaciones. Los médicos en Francia le habían dado entonces de dos a tres semanas de vida, ya que su carcinoma bronquial había llegado a la apoplejía pulmonar (tos con sangre), que durante ese tiempo desapareció. La atelectasia se fue esfumando lentamente. Pero sin embargo no quiero callar el hecho de que la paciente permaneció en una fuerte vagotonía con sueño y cansancio por unos seis meses. Y si ella misma no hubiera sido comadrona, esto es, capaz de entender el sistema a fondo, y si no hubiera tenido en Francia plenamente el sistema y la hubieran ayudado, por ejemplo con la administración correcta de la cortisona, quizás la paciente habría muerto al cabo de dos semanas, como la habían pronosticado. de Hamer a la derecha periinsular de la página dos médicos que hubieran comprendido Ahora veremos porqué este caso, dada su particularidad, se cita entre las psicosis. 1. A finales de 1984 DHS sexual con conflicto duradero, al mismo tiempo conflicto de miedo en la nuca. Duración de aproximadamente 4-6 meses. En el cerebro FH a la derecha periinsular, a nivel orgánico úlcera de las arterias coronarias y angina de pecho con carcinoma bronquial a la izquierda, escotoma del ojo izquierdo. Cerebralmente: a causa de ser zurda FH a la derecha periinsular. Como consecuencia: ¡depresión! (Por el hecho de tener un conflicto de miedo en la nuca también a la derecha esquizofrénica). Además encontramos un conflicto de perdida activo cerebralmente a la derecha que afecta al ovario izquierdo. occipital no se produce la constelación 2. Al inicio de agosto del 86 recaída aguda, de nuevo una parturienta casi muere desangrada. Nuevo conflicto sexual, progresión de la úlcera de las arterias coronarias y de la úlcera de la mucosa bronquial, que hasta ahora no había sido encontrada, pero que en este momento, en septiembre, en solución, causaba la apoplejía pulmonar, otra vez un conflicto de miedo en la nuca, aumento rápido del escotoma y ¡depresión! Al comunicarle el diagnóstico y los pronósticos en agosto del 86 la paciente sufre otro conflicto con DHS: el conflicto de miedo frontal del cáncer. Cuatro semanas después aparecieron a los dos lados del cuello los 30 típicos nódulos que se presentan en la fase PCL del conflicto de miedo del cáncer. Además la paciente sufre muy probablemente de un carcinoma ovárico (teratoma) a la izquierda, además de un conflicto de separación brutal con un FH en la corteza post-sensorial paracentral derecha. Como el relé del teratoma ovárico, que se encuentra en el mesoencéfalo, respeta el funcionamiento del tronco cerebral, sólo se ve afectado el hemisferio derecho, con la excepción de los dos FH frontales por los nódulos del miedo del cáncer. Pero la discusión sería puramente académica, ya que a la paciente se le administraron de inmediato algunas series de citostáticos. FH por el conflicto de miedo en la nuca a la derecha occipital. 3. A causa de la citostática la producción de hormonas se bloqueó de repente. El conflicto debido a la falta de hormonas femeninas se convirti inmediatamente en un “conflicto de territorio masculino” y derivado de este, a causa de ser zurda, salto al lado izquierdo de la región periinsular del cerebro. Sin embargo el conflicto de miedo en la nuca, ya que es independiente de las hormonas, permaneció a la derecha y con ello se creó la situación idónea para la denominada constelación esquizofrénica. En aquellos dos meses la paciente estaba realmente psicótico-esquizofrénica, paranoica o “loca”. Seguidamente ella misma dijo que se había sentido “como idiota”. Hacía las cosas más increíbles, cometía acciones insensatas de las que después no podía en absoluto dar ninguna justificación. Y en ningún caso se rendía cuentas de lo que los médicos estaban haciendo con sus enfrentamientos. Estos en dos meses le dieron dos series masivas de quimio (citostática), le irradiaron el cerebro, los pulmones e incluso los nódulos de miedo del cáncer en el cuello cuando los descubrieron a principios de septiembre del 86. Cuando el cuadro hemático llegó al punto de peligro mortal y la paciente sólo tenía 500 leucocitos, la mandaron a casa diciendo que en aquel punto no se podía hacer nada más, había llegado al “límite de la terapia”. Dos días después vino a mí. Poco tiempo después de venir a mí le encontraron también “metástasis cerebral”, y entonces ningún médico de la medicina oficial la quiso seguir tratando. ¡Eso fue temporalmente su suerte! Por otra parte: Desde el momento de la solución del conflicto la paciente fue de nuevo completamente “normal”. Sac todo su coraje para superar la fase de curaci n. Este TAC muestra, en la misma paciente, como poquísimo tiempo después de la solución del conflicto la consciencia de sí misma “explota” de nuevo y aumenta en cuanto la paciente recupera la esperanza. La flecha de abajo a la izquierda muestra el centro del relé del ovario izquierdo (marcado). El DHS por la correspondiente necrosis ovárica verificado inmediatamente después de la “revelaci n de los pron sticos” en agosto del 86, parece ser una mala observación del médico después de que sangrase en un golpe de tos y manchase la cama, ya que se pensó que fuese tuberculosis. (Véase a este propósito el capítulo de la tuberculosis). En una observación atenta de la zona fronto-parietal se reconoce también una compresión del ventrículo lateral derecho causada por el edema de un Foco de Hamer del cual habíamos visto el hinchamiento inicial en un estrato más profundo que la primera TAC que ilustra este caso clínico. Por desgracia no poseo otras imágenes de TAC cerebral. Sé que no se consintió hacerlas porque los radi logos sostenían que era “inútil”. Sin embargo, basándonos en los síntomas, la paciente tuvo fuertes edemas, entre tanto ya en disminución, a pesar de la suministración masiva de cortisona. ¡Podía haber ido todo bien y sin embargo la paciente murió por culpa de los médicos! Los médicos de la medicina oficial no han podido o no han sabido entender lo que para los médicos de la Nueva Medicina es tan sensato y lógico. La paciente, que había llegado a la fase de solución de sus conflictos, sufrió un taponamiento del pericardio. El DHS fue la primera angina de pecho; fue obligada a la hospitalización y le sucedió el taponamiento del pericardio. Sin embargo se negaron a hacerle una punción como solicitó el médico francés y como yo mismo aconsejé. Por el contrario suprimieron la cortisona y en su lugar le dieron morfina. ¡La paciente murió sin que fuese inevitable! Como veis, esta paciente tenía una denominada “constelaci n cruzada”, es decir, una constelaci n transversal y una fronto-occipital.

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